viernes, diciembre 22, 2006

VACACIONES!!!!!


Me retiro, como cada fin de año, a pasar días familiares y de golosinas fuera de la oficina, de mi biblioteca, de mis desvaríos chateros... nos leemos el 8 de enero.

lunes, diciembre 18, 2006

34



Chale, ahí disculparán lo mal hechote de este collage, la neta estoy empezando con el jueguito collage y no me salió como yo quería... se aceptan críticas y sobre todo: asesorías.
Por ahí leí en algún libro de los que uno lee y no recuerda su nombre, que en los cumpleaños uno espera siempre recibir, pero que realmente más que recibir hay que dar y darse a los que han sido parte de los años que uno va cumpliendo, así no tengo más que gratitud para todos los involucrados en mi vida, en mayor o menor escala, a los que están en estas fotos, a los que no están los llevo en mi corazón. Quise poner fotos en donde estuviera acompañada con las personas más importantes en mi vida, esto es solo un intento...
Gracias por estar aqui hoy y los 364 dias que me restan de este año.

jueves, diciembre 14, 2006

Adeste Fideles




Adeste, fideles


laeti, triumphantes


venite, venite


in Bethleem




Natum videte


Regem angelorum


venite, adoremus (TRI)


Dominum.




En grege relicto


humiles ad cuna


vocati pastore


approperant




Et nos ovanti


gradu festinemus


venite adoremus (TRI)


Dominum.




Stella duce magi


Christum adorantes


aurum, thus et myrram


dant munera.




Jesu infanti


corda prae veamus


Venite adoremus (TRI)


Dominum.




AEterni Parentis


Splendorem aeternum


velatum sub carne


videbimus




Deum infantem


pannis involutum


venite adoremus (TRI)


Dominum




Himno usado en la Bendición durante la Navidad en Francia e Inglaterra desde fines del siglo XVIII. Se cantaba en la misión portuguesa en Londres en 1797. Vincent Novello, organista de ese lugar, atribuyó la versión musical más popular a John Reading, quien fue organista en la Catedral de Winchester de 1675-81, y posteriormente en la Universidad de Winchester. El himno en sí mismo ha sido atribuido a San Buenaventura, pero no se encuentra entre sus obras. Es probable que su autor sea francés o alemán. Invita a los fieles a venir a Belén a adorar al Salvador recién nacido.

martes, diciembre 12, 2006

Felicidades, Lupe!

Otro 12 de diciembre que me desvela entre cuetes, serenatas y mañanitas. No, no me llamo Lupe, pero como mexicana no puedo estar excenta a la presencia de las Guadalupes, cuantimenos como tapatía. Aquí les presento a algunas de mis Lupes:

1. Dña. Lupe: o sea, mi agüelita, oriunda de Tepatitlán de Morelos, llegó a vivir a Guadalajara en la primera mitad del siglo XX donde conoció a mi agüelo, Magdaleno alias "el Güero", con quien se casó y tuvieron muchos hijitos, entre ellos:

2. Lupita o Guadalumpen: mi tía, la benjamina de los hijos de Dña. Lupe, chida, buena onda y solidaria. Fue dueña de una mercería en Plaza Patria y le gusta ir a San Antonio, TX. con su hermana Elvira, sus primos y algunos sobrinos afortunados.

3. Guadalupe, la del Tepeyac: a la que conocí años después de conocer a Dña. Lupe y a mi tía Lupita y a quien le debo la avalancha lupística en mi familia.

4. Lupita Torres Deyra, alias la "Pupi": prima con quien no convivo en lo más mínimo, hija de mi tío Roberto, por quien los años no han pasado (todos se quedan en él) y de quien tengo muy pocas referencias.

5. Diana Guadalupe: una de mis sobrinas favoritas, si no es la que más quiero. Agraciada preadolescente campeona estatal de boleiball, excelente estudiante, quien repite incansablemente que quiere un IPOD para su cumpleaños (que fué ayer) y quien se ha hecho famosa por su original saludo "hola, a todos".

6. Lupita Ortíz: la "vichina", mi más ferviente guardiana, cuida de mi honra más que mi amá y mi apá juntos, buena onda, vive detrás de la ventana que está justo frente a mi casa y sabe cuándo y cómo salimos de mi casa.

7. Lala Guadalupe Ortíz: hija de la "vichina", amiga entrañable de la infancia con quien por cuestiones de incompatibilidad de caracteres, dejó de ser mi amiga para convertirse en Lala a secas. Estudió abogacía, se casó con Elías y tiene fama de terrateniente en Tlajomulco, Providencia y zonas aledañas.

8. Lupita Mujica: amiga de mis padres. De niña me daban miedo sus dientes y su risa. Hace años que no la veo.

9. Lupita (la hija de Dania): también preadolescente, de quien la princesa de los Rizos furiosos es fan, y a quien le debo la desmañanada de hoy gracias a que Maricarmen, su hermana, le cantó las mañanitas con todas la fuerza que tienen sus pulmones a las 6:30 de la mañana.

10. Guadalupe "Frutilupis" González: la contadora chiquiona del ColJal, a quien envidio su larga cabellera, su sonrisa amable para con todos, su trato dulcecito. Un encanto de señora.

11. Mercedes Guadalupe Gonzalez: la "Meche", quien no se festeja el 12, pero no le hace, sigue siendo Meche, de hecho es más Meche que Lupe en personalidá y gracia.

Hoy por la noche me espera desvelada en casa de la tía Lupita, cenaremos pierna al horno y pasta, tomaremos whisky, tequila o ron; estarán todos mis tíos, mis sobrinos y de alguna manera la festejaremos a ella igual que antes festejábamos a Dña. Lupe, aunque nunca será comparable el festejo a la abuela que a la tía.

Para todas las Lupes de mi conciencia,

¡muchas felicidades!

martes, diciembre 05, 2006

Re-leyendo = Re-viviendo

Vuelvo, como cada tanto, a la Rayuela, no sé si sea este loco afán mío de estarme torturando con los amores imposibles de otros, tan parecidos a veces a los míos.

Volver a parafrasear, a citar a Horacio, admirarlo en la grandeza de su elocuencia, de su discurso, siempre tan sabio, siempre tan grande, siempre tan inteligente, tan preciso, tan tajante... o esconderme en los pliegues de la falda metafísica de la Maga, ser un poco Lucía, a veces un poco Rocamadour... y despertar, una mañana cualquiera, con la seguridad de que no soy ni Horacio ni Maga, mucho menos Rocamadour, tal vez me pueda parecer un poco a Berthe Trépat tocando el piano, la prémier audition, de una sinfonía que me he inventado con retazos de otras piezas, de otras obras más grandes, siempre bien valuadas... y desear que no termine nunca esta función temiendo que al final no contaré, ni siquiera contar con la presencia forzada de Horacio, dando grandes palmadas, ovacionando algo que nadie comprendió y acompañándome por calles conocidas hasta mi casa, intentando hacerme sentir bien, consolándome, sin proponer, sin prometer absolutamente nada. Y no comprender. Y no sentir compasión por la Trépat y no permitirme la conmiseración personal. Seguir en mi monorriel de acero y limadura, de pelota y pared...

Luego, cierro de golpe el libro. Pienso en todo lo que tengo, por lo que vivo, por lo que estoy y hablo. Me río de mi misma, me dejo de burradas y salgo como diría mi buen amigo Cheselin: "siempre sonriente al desastre más bello".

lunes, diciembre 04, 2006

otra vez la Gripa

Puntual, con precisión casi milimétrica, avasalladora, nunca invitada, siempre atenta al menor de mis descuidos (sobre todo si es principio de diciembre), irresoluta, casi mortal, llega otra vez hasta mi, la invasión del virus más común, pero no menos terrible de la gripa. Las ideas vienen lentas, llegan como cayendo en gotas, babeo, moqueo, lagrimeo; como mis ideas, todo cae en gotas y tuve que borrar lo que había escrito antes de lo que escribí a continuación, porque no terminé la idea y se quedó mocha, la gripa mocha ideas, piensos, palabras, sonidos, es una gripa tapatía, seguramente... mientras no le vaya a las chivas (sigo con mis pendejadas, disculpen, pero tengo gripa y yo sé que no es excusa, pero...)

Desde la semana pasada viene siguiendo mis pasos. Tanto aire acondicionado en FIL, tanta entrada y salida, tanto refresco helado, tanto cigarro humeante, tanto salir de mi rutina tranquila, me tienen ahora jodida, sin querer trabajar pero con la obligación de presentarme, no vaya a ser que en un desplante de ojetería atroz pueda verme sin chamba y ya casi es navidad y qué pena sería mi caso y con ganas de ponerme a llorar y qué le vamos a hacer y tú no te preocupes mija y mejor sigo aqui, con mi gripa, con mi ventanita cerrada, con mi vida cerrada tras el suéter, la bufanda, el kleenex y mis ganas terribles de irme a otro país, uno menos frío, con playa, sol y arena blanca, en donde impere la anarquía y todos seamos un poco más felices, un poco menos serios.

Necesito descansar, sí, ya sé, ya mero tengo vacaciones, pero mientras, tengo tensiones, obligaciones, presiones, decisiones, discusiones, colaboraciones, un montón de cosas por sacar y es 4 de diciembre y ya no tengo dinero... presiones, decisiones, discusiones... chale... acabo de releerme y todo es tan curado... todo menos mi gripa. Sigo diciendo pendejadas o me quedo callada... that's the Big Question... maldito shakespeare, pensar que todo era más sencillo antes que Hamlet... o fue Otelo?, chale, hasta mi memoria literaria me está fallando... mis últimos años con Laura Díaz era de Fuentes o de Parques?, fueron junto a la fuente del parque?... y eso que acaba de pasar la FIL, cuando uno se da filo con la literatura y los rollos que a nadie le interesa saber, salvo a algunos cuantos con quienes puedes hablar y hablar de tontería y media, de cosas que a nadie le interesa saber, salvo...

voz en off, mi voz parece la triste voz gangosa que se escucha mal y poco en la central camionera "pasajeros con destino a Celaya, favor de abordar en el carril 7..." Celaya, por qué pensé en Celaya, a la mera y fue que no desayuné y mi subconsciente quiso ir a Celaya por cajeta para mi bolillo... pero ni siquiera tengo bolillo... bueno, otro proceso mental, no?, mi subconsciente está enviando señales de hambre a mi cerebro que se mitigaría con lo que he deseado desayunar en los últimos días y no he podido: mollete de cajeta con café caliente... eso del café caliente estoy segura que no es otra aproximación mental, esa sí la tengo clarísima.

Seguiré griposa los próximos días, por si alguien quiere contagiarse, ya saben donde encontrarme.

jueves, noviembre 30, 2006








Despertando con la Princesa de los Rizos Furiosos.


Una mañana cualquiera, la Princesa de los Rizos Furiosos se despertó molesta. Como siempre que se despierta cuando no quiere despertarse, comenzó con una larga lista de monosílabos inconexos entre quejidos y lamentos que le dolerían al más duro de los gnomos. La Princesa de los Rizos Furiosos no sabe todavía distinguir sus dolores, sus molestias. Es demasiado pequeña.

Aquella mañana no fue la excepción: sin abrir siquiera los ojos, tanteó sobre su cama cubierta de algodón crudo, alcanzó a su perro de peluche, lo abrazó casi hasta estrangularlo y lo pasó por debajo de su cuerpo, como si intentara protegerlo. Mientras, aullaba en el silencio a la luna, ya oculta en el lento inicio del día, como si deseara que ella le diera alivio al dolor que sentía; o bien, que regresara el tiempo y le permitiera seguir durmiendo cobijada bajo un manto de estrellas artificiales que brillan ante el más leve indicio de luz natural o artificial.
--Mi princesa amaneció molesta-- Es la mamá de la Princesa que se ha acercado a la habitación de la pequeña, tan pronto ha escuchado el debate de lamentos, monosílabos y quejidos --¿acaso querrá un chocomilk grandotote?
-- Sí, mamá, uno para mí, otro para perro, otro para Nonno, otro para Nonni, otro para tus tías, otro para el lobo...
--¿Los lobos toman chocomilk?
--Sí, y los elefantes y los cocodrilos y los ratones... pero las cucarachas no, ¿eh?, a las cucarachas no les gusta el chocomilk.
Ante la convicción de lo antes descrito y después de poner en marcha la dósis necesaria de razones y motivos por los cuáles hay que levantarse y vestirse para ir a la escuela; la mamá de la Princesa se dirige a preparar los licuados.
Una vez afuera de la casa y antes de subirse a su carro, la Princesa hace la última advertencia antes de que su Nonno cierre la puerta tras de él.
--Cuidado, Nonno!, vas a apachurrar la cola al elefante, ¿no lo ves?
--Oh, Perdone usted, señorita, qué descuidado soy...-- y el Nonno, tranquilo, deja que salga el elefante y todavía espera un poco más, no sea que en un descuido los ratones se queden encerrados en la casa.
Desde mi ventana, en el otro extremo de la calle, veo cómo se suben al carro, por fin la Princesa va feliz a la escuela. Mientras se alejan, me parece que el carro va más pesado, más lento que de costumbre... pienso que podría ser oportuno el comprar próximamente una camioneta, un remolque, o un tren cargado de papas y refrescos, como el que me ha contado la princesa, llega del campo hasta la ciudad. Será necesario un nuevo transporte que pueda llevar cómodamente a los amigos de la Princesa.


Detalles del mural realizado por artistas de CASIOPEA para el área infantil de la Feria Internacional del Libro 2006, en Guadalajara, México. El relato "Despertando con la Princesa de los Rizos Furiosos" fue parte del trabajo que se realizó para apoyar la creación de dicho mural que tuvo como tema "La ciudad de los cuentos".

El Moro

"Sufro la inmensa pena de tu extravío,
siento el dolor profundo de tu partida,
y lloro, sin que tú sepas que el llanto mío
tiene lágrimas negras, tiene lágrimas negras
como mi vida..."
Los dos sabemos que no puede pasar nada. No han sido necesarios las precauciones, estar atentos al calendario, hacer uso de preservativos, métodos de anticoncepción, remedios caseros contra el mal de amores. Y sin embargo…

El diagnóstico de los seis médicos que me han revisado nunca ha presentado diferencias. Soy estéril desde la tarde en que el Moro me levantó en astas por la ingle durante dos segundos, para luego soltarme violentamente contra la arena entre convulsiones, mis gritos y el silencio total del público. Me dicen, los médicos, la familia, los amigos, que corrí con suerte. El cuerno pudo haber llegado a perforar la arteria y hubiera muerto en cuestión de minutos…

Van a ser las 12, pronto se reunirán los apoderados para llevar a cabo el sorteo de los toros. Debo prepararme, remover de mi piel la sensación de su cuerpo sobre el mío, deshacerme de sus besos. Concentrarme. Abrir el sobre que ha dejado sobre la mesa, sabiendo de antemano la noticia que llegará para cambiarlo todo o seguir con todo como ha sido hasta ahora. La cama sigue el desorden de nuestros cuerpos.

— Pásame los cigarros del bolso — me ha pedido y ha salido el sobre entre mis dedos.

— ¿Qué es esto?— he preguntado casi sabiendo la respuesta.

— El resultado de mis análisis. Me he sentido cansada, mareada, con sueño… así que fui al médico y me mandó hacer los análisis, sólo por rutina… no creo que sea algo irremediable…

Son las doce. Pronto sabré si será el primero o el cuarto de la tarde. No puede ser otro. El Moro tiene una deuda conmigo y su hijo viene a cobrarla esta tarde. Han pasado seis años desde aquella faena. Y yo que creía que aquella sería mi tarde… seis años que he pasado con Mariana entre las sábanas. Seis años esperando encontrarme con el hijo de el Moro”, seis años luchando sobre esta cama con la misma mujer…

— ¿Has visto la hora que es?, me esperan en la promotora… casi no tengo tiempo para nada… ¿me pasas las medias?, gracias… no iré a la corrida, sabes que no soporto la angustia de verte en el ruedo… te espero aquí, todo saldrá bien… ¿quieres que traiga algo para comer, se te antoja algo en especial para la cena?... ahora me tengo que ir, si piensas en algo, si se te antoja cualquier cosa, mándame un mensaje al celular, ¿va?, cuídate. Bye.

El sobre, Mariana, el Moro, la vida… ¿es posible que en una tarde se resuelva todo?, Mariana no sabe que me enfrentaré, si Dios quiere, contra el hijo del Moro, como no tampoco sabrá que seré el primero en leer el resultado de sus análisis.


— Jesús, qué bueno que me llamas, cuéntame, ¿hicieron el sorteo? Sí es nuestro toro… bien. El hijo del Moro el primero… “Morillo”, menudo nombre… y el Pinto el cuarto. Gracias, nos vemos más tarde.


EPÍLOGO

La nota en el noticiero:


El día de hoy se visitó la casa del que hasta ayer fuera el más grande torero que ha dado nuestro país en los últimos años. El matador Joaquín Bustillos, enfrentó el día de ayer al primero de la tarde, “El Morillo”, hijo del Moro, que fuera el toro que hace seis años lidió en esta misma plaza, sin poder llevar la faena a término por la terrible embestida que recibió entonces. En aquella ocasión, Bustillos ha pedido el indulto para el Moro antes de salir del ruedo, mismo, que en un acto insólito, fue concedido por el juez de plaza. Ayer, el Morillo no ha agradecido el perdón que el torero concediera a su padre hace seis años, dando como resultado el fatal acontecimiento que todos conocemos. Todavía está encendido el altar a la Virgen María y al Sagrado Corazón de Jesús, como esperando ser apagado por el mismo Bustillos. Le sobreviven su esposa, Mariana Bustillos quien, devastada, ha dado la noticia del embarazo de quien sería el primogénito del Torero. Hasta aquí la noticia.




Publicado en Revista Carpeta de Arte "Casiopea", número 12, noviembre 2006. Guadalajara, México.
La fotografía, corresponde a una invitación olvidada o desechada dentro del ruedo de la Plaza de Toros "Nuevo Progreso", en Guadalajara, México, presumiblemente durante la corrida del domingo 5 de noviembre de 2006.

Huele a FIL...




Entrar en la Expo a las 9 de la mañana, saber que estará prácticamente vacía, salvo algunos trajeados que se apresuran para las primeras citas de negocios. trajeados cultos o semicultos que viven la desorientación del primer día, aunque sepan el número del stand, la calle a la que van o el salón al que deben dirigirse para volver a encontrarse con la vorágine filera de cada año nuestro. En las escaleras del vestíbulo noto un olor peculiar. Mi nariz siempre me delata. Huele a FIL.
Sintiéndome parte de la fiesta camino directa al centro de negocios para asistir al coloquio de bibliotecarios. Entré al salón cuando Trino Padilla iba de salida, su última apertura de Coloquio de su administración. Primer rostro conocido. Busco algún rostro familiar, por allá está Sergio saludando a Helen; un poco más acá está la impresionante cabellera de Lucy, la de Colima; veo la cabeza de Mica del ColMex, saludo a lo lejos a Martha, del CIDE, y un poco más allá ubico a Norma de la UNIVA y a Luz Elena del Consulado. Martha Enciso también anda por aquí y rostros que conozco, de los que no recuerdo sus nombres, me sonríen o saludan, tímidos, como sabiendo que no los recuerdo... No es si no hasta el primer receso, a las 11, que la interacción realmente comienza, la reubicación en las sillas, todos buscan sus "filias" y Martha Hano y yo, nos hacemos una con Mica, somos el grupo de los colegios, es bueno que así nos identifiquen.

A las 2, que termina el coloquio, tengo una invitación para comer en La Camelia, con los bibliotecarios de la American Libray Association ALA, y con el grupo REFORMA de bibliotecarios hispanos en Estados Unidos. El restaurant no es bonito, la comida no es buena, pero la reunión es interesante y recibo la segunda invitación de la feria para asistir, esa noche, al brindis que ofrece el Consulado Americano a los bibliotecarios en el Crown Plaza. Terminando la comida, regreso otro rato a recorrer los pasillos de la feria y me encuentro con las fotos de los que han participado en ella.








entre un buen de caras conocidas y desconocidas, aunque debo decir que pensé que la convocatoria a "tómate la foto" sería más nutrida, la neta no me parece que sean los que están, pero es una buena muestra.


Por la noche me encamino al Crown al coctel, la neta se me dificulta interactuar con gente que no conozco o bien, que sí conozco pero tengo años que no veo, así, me procuro una alegre "margarita" (alguien dijo que las margaritas eran alegres y a migables) y me quedo en un extremo del kiosko donde fue la reunión. Al poco rato de dar sorbitos a la márgara y medir el terreno (por allá están unos colombianos, más acá están unos argentinos, aquí me saluda Sergio de la UdeG, Luz Elena siempresonrisas me sonríe desde su puesto junto al cónsul), se me acerca un individuo (de no malos bigotes), y comienza una conversación por demás estudiada: "de qué biblioteca vienes?, cuántos ejemplares manejas?, estás en AJBAC?, qué puesto tienes en tu biblioteca?, etc., etc.", luego, la Geo comienza a dar respuestas. Percibo un reconocido acento medio mochado en la voz de mi interlocutor, así, me atrevo a preguntar de dónde viene "vivo en Guadalajara desde hace poco tiempo, pero soy de Washington", seguimos la conversación de que si Guadalajara es bonita, de que no conozco Washington, pero que me gustaría conocer en algún momento y entre risas y puntos en común, quedamos de tomarnos un café próximamente. Es el momento de intercambiar tarjetas de presentación y mi sonrisa se congela (al más puro estilo Lizy McWire) al darme cuenta de que andaba de volada, nada más y nada menos, que con el viceconsul de los estados unidos en Guadalajara... Cenamos juntos, me invitó a platicar sobre mi biblio en el consulado y quedó pendiente un café para mejor ocasión.

Martes. El coloquio aunque interesante, puede llegar a ser cansado. A las 10:30 a.m., llegaron un grupo del staff de FIL a entregar invitaciones para la serie de coctéles que darán algunos stands: Thompson, McGrawHill, Diana, los Colombianos, los Cubanos, de las 11:00 a las 2 de la tarde, el alcohol en forma de vino tinto correrá por los pasillos de la FIL y considero oportuno desaparecerme un rato para interactuar con los libreros. Vinito tinto por aquí, sonrisitas por allá, salucita y mucho éxito por todas partes y la Geo siguiendo la ruta etílica de la FIL. Regreso al coloquio a la una para presenciar la última mesa del martes y ver con quién voy a comer antes de alistarme para la presentación de Casiopea. Martha quiere irse al centro a comer a la Chata, Diosquelabendiga, Mica y Lilia van a comer en el Hilton connoséquién, todos tienen planes menos yo, y mi presupuesto no alcanza para pegármeles a las del Hilton, así que me voy a la cafetería, pido mi sushi de 35 pesos y una coca, 17 pesos... y como y leo la jornada, público, y el catálogo de autores andaluces. Todo, salvo la Coca y mi sushi, totalmente gratis.



A las cinco, la presentación, una vez más, de Casiopea; en otro post subiré mi texto pa que lo lean y lo comenten. Descubrí que las cinco de la tarde es la peor hora para cualquier tipo de presentación o conferencia. Si no fuera porque el Doctor Cardaillac dijo que iba a presentar una revista, los homo sapiens del staff no lo hubieran dejado pasar porque debía hacer fila y esperar su turno de entrada. Así las cosas, muchos de los artistas invitados, de los escritores, sucumbieron ante la avalancha de cientos de jóvenes que no tienen ni puta idea de lo que es la FIL y que van tan sólo a cumplir con la asistencia para que el profe les ponga dos puntos más en su calificación de fin de semestre, y entonces, el salón Agustín Yáñez, destinado para 150 asistentes, contó con la presencia de no más de 30 entre los que estuvimos algunos artistas que colaboramos con el número 12 de Casiopea. Aquí las fotos:





La neta, cuando terminó la presentación yo ya estaba hasta la madre de ruido, gente y falta de dinero. Ir a la FIL sin dinero es como ir a comer sin dientes... nomás ves pasar los cortes (una que es más bien carnívora) y no puedes pegar la mordida; así que aprovechando que el primero en desafanarse era mi primo Adolfo, le caí a mi casa para descansar un rato y luego irme a la Afterparty de la presentación, en Los de Abajo (Liceo y San Felipe), ahí conocí la música del "Descanso de Claudine", y salí encervezada y agotada, junto con mi primo Gabo, a las 3 de la mañana.








Lo que me hizo falta... que siempre hace falta algo más que dinero, es haber visto a algunos de mis ex-compañeros de la facultad, a los que a últimas fechas he recordado: Trilce, Verónica, Luis Fernando, Juan Pablo, Franci... También me faltó compartir algo de la euforia o mucho de la misma con mi Mostro, aunque sé que el próximo año, todo volverá a ser como cuando éramos irresponsablemente felices, con más canas, pero con las mismas ganas de siempre.
Lo que me chocó: la prepotencia del staff de apoyo, la falta de ceniceros, lo caro de los libros. La dependiente (uruguaya) del stand de Uruguay, cuando le pregunté por Oliverio Girondo y me dijo: No es nuestro. A lo que arguí: Girondo es Uruguayo... "pero nunca publicó en Uruguay, no es nuestro, no lo traemos".
Lo que me encantó: El ruido, la fiesta, los olores, los rostros, el cansancio, el saber que no importe cuántas veces la camine, cuánto la conozca, cuánto me la sepa de memoria, siempre habrá algo que me sorprenda de la Feria, de mi fiesta, de mi mejor momento de noviembre.

Todavía no se acaba. Aunque ayer terminó mi función académica dentro de la Feria. Ya siento nostalgia. Este año, Andalucía me trajo ruido, me trajo fiesta, me trajo clavelitos en el ruedo, toros frente al burladero, vino tinto, cante, tablado y risas. Es jueves y no sé si tendré fuerza para acudir más tarde a la feria, tal vez, dejar reposar el buen sabor de boca con que he llegado de regreso a la realidad. Lejos del ruido, más cerca de mis libros, de lo que es mío... Vuelvo a la naturaleza de las cosas sencillas, a la risa con los amigos, los de cerca, los de siempre. Vuelvo a las actividades cotidianas tan preciosas y exactas para respirar, para seguir viviendo. Vuelvo a la espera, del año siguiente, y retomo, parafraseando un poema que me encontré entre los muchos libros que tuve la oportunidad de hojear, que no de comprar, lo siguiente:


"Bajo los puentes, como niñas perdidas de la calle, las ciudades se duermen bajo la enfermedad de las estrellas"









viernes, noviembre 24, 2006

Toma de Decisiones

Mis estimados, arbitrariamente cambié la plantilla de mi blogspot, pero me gustaría conocer sus puntos de vista, dejamos la nueva o retomamos el tono verde feliz?

Saludos.

Geo.

miércoles, noviembre 22, 2006

CROMÁTICA TAURINA


Otra vez llega la FIL y por segunda ocasión me trae el fantástico regalo de publicar un cuento en la Revista Carpeta de Arte Casiopea.
La presentación será el martes 28 de noviembre a las 17:00 horas en el salón Agustín Yáñez del centro de negocios de Expo-Guadalajara.
Quienes participamos:
Escritores: Louis Cardillac, Georgina Torres, José Brú, Juan M. Chávez, Juan M. Sarabia, Juan Vázquez, Laura Zohn, Malitzin, Raúl Bañuelos, Zazil Alaide, Rafael Morales (homenaje).
Artistas Plásticos: Lucía Maya (portada), Alessandro Mejía, Edna Cantoral, Gabriela Tolentino, José Luis Malo, Lilia Fernández, Luis Caballo, Norma Pardo, Sandra Carvajal, Víctor J. Fernández.
Espero verlos por allá.

lunes, octubre 30, 2006

Preocupada...

Fui jurado seleccionador de un concurso de creación juvenil de una universidad estatal. En esta ocasión me llegaron más de 140 cuentos inéditos (o al menos eso se cree) de chavos entre los 15 y los 20 años con cierta inquietud literaria. Los temas fueron varios, de lo fantástico (rayando cerca de las historias del Señor de los Anillos y Harry Potter), al thriller (con mucho de Dan Brown), a lo bíblico (siguiendo el tono de el Código Da Vinci) y lo intimista.

Es en este último punto donde surge mi preocupación. Si bien todos los adolescentes tienen broncas, unas serias otras no tanto, es muy difícil que se abran algunos temas, como la drogadicción, el suicidio, etc. Y en este punto tengo que mencionar que cerca del 60 por ciento de los cuentos manejan el suicidio como única vía para salir de la incomprensión de los padres, la falta de aceptación del grupo escolar, la soledad. Realmente me pareció alarmante que un porcentaje tan alto de los cuentos toquen un tema tan fuerte y con descripciones de cómo sucedería el suicidio de los personajes/autores. Así, hablé con otra de las jurados que trabajaron sobre la poesía. Mi alarma creció al enterarme que ella había notado exactamente lo mismo. Chavos inmersos en la desesperanza, en el caos, en la falta de valores básicos...

Fui más lejos. Hablé con un investigador que trabaja con jóvenes y niños marginados. Le comenté la situación y en una sobremesa surgieron varias propuestas, que si podemos hacer un grupo de trabajo, algún tipo de coloquio o seminario, incluso abrir un sitio web para apoyar y dar orientación a chavos con estos problemas. Enviar una carta al Secretario de Educación Pública del Estado, al rector de la universidad, en fin, buscar la manera de sacar adelante a todos estos chavos.

Cuando hablé con la persona que me invitó a participar en este concurso, me llevé una gran desilusión. Al principio estuvo bien interesado en lo que comentamos, incluso él habló con otros jurados para ver qué habían encontrado y parece ser que todos coincidimos en el mismo punto. El problema fue cuando esta persona habló con sus superiores: "Es normal, todos los chavos pasan por eso... además, un estudio?, quién lo haría?, más chamba???"

Sí, todos los chavos pasan por etapas de crisis, estoy de acuerdo. Pero también están reflejadas en las estadísticas de suicidio e intentos de suicidios en Jalisco que el índice de esta situación en personas entre los 14 y los 20 años han aumentado considerablemente en los últimos 5 años. Basta con ver una mañana el noticiero GDL noticias, la nota roja de la televisión local, para enterarnos cada lunes por lo menos, de los suicidios o intentos de suicidio en los que participaron jóvenes.

No lo sé, creo que mientras nuestras autoridades, a cualquier nivel, sigan pensando que enfrentar un problema les traería otro problema (más trabajo, mayor responsabilidad, mismo sueldo), las cosas seguirán igual, si bien nos va... pero todo tiende a ir peor.

Tal vez mis broncas nunca fueron tan serias como las de los chavos que ahora se expresan. Vengo de un matrimonio sólido, cuando el boom es ser parte de una familia desintegrada; nunca he consumido drogas, no padezco una enfermedad provocada por mi misma, como la anorexia o la bulimia; mis amistades son más bien ñoñas, (si no, lean la ñoño encuesta de hace 3 semanas), en fin puede haber musiquita de violines y buenas intenciones a mi alrededor, no lo dudo.. ya hasta me publicaron en la revista QUIEN, y no me agüito... pero hay problemas, señores. Problemas serios, problemas de fondo, problemas entre nuestros jóvenes. Tal vez 80 tuvieron el valor de expresarlos en sus cuentos, tal vez sean sólo una fantasía, un desahogo... pero qué tal si no es sólo eso?, qué tal si es un aviso?, una llamada de atención... quién los va a detener?, y si no se suicidan, pero canalizan su ira, su odio, su angustia, su miedo agrediendo a otras personas, quién se hará responsable?

Quién se va a meter a trabajar con ellos?, quién va a decir: vale la pena?, hay muchas dudas que se me vienen a la cabeza, pero lo más importante, hay mucho trabajo por hacer. Si bien el trabajo antropológico que me propusieron mis compañeros de trabajo, puede ser bueno; pienso más allá, se necesita trabajo psicológico, monitoreo, pedagogos involucrados...

Y en casa?, creen que ya la libraron?, no, no lo creo. Los chavos en sus cuentos se quejan del abandono de sus padres. De padres con problemas de alcoholismo, de drogadicción. De madres trabajando incansablemente para llevar dinero a la casa y sostener familias de 8 o 10 niños. De madres-niñas que no estaban preparadas y dejaron a sus hijos con las abuelas, las tías, los parientes, para ellas realizarse y salir del "hoyo". Hace falta una revisión concienzuda de lo que somos y lo que queremos para nuestros hijos. Hace falta tener valor para preguntarle a un chavo "por qué te clavas en la muerte?", "por qué no comes?", "por qué te drogas?", "por qué el sexo puede ser tu única respuesta?"... diálogo, comunicación, estímulo, apoyo, respeto, confianza, amor, mucho amor es lo que falta... pero quién está dispuesto a dar todo esto?, quién se saldrá del trabajo 1 hora para ir a la escuela a preguntar cómo va su hijo, dónde está su salón?, quiénes son sus amigos?...

Está la pelota en el campo... quién dará la primer patada?

martes, octubre 10, 2006

Así o más fácil?


Jueves, creí, por primera vez, en lo posible de lo imposible. Mi Innombrable andaba por el pueblo y decidió que era un buen momento para hablar conmigo. Esperó todo el día, paciente, mezclándose con la gente... yo me escondía, me refugiaba entre las amigas, entre mis libros, en mis ideas. El lo dijo "contigo no puedo ser diplomático, no hay diplomacia entre nosotros", entonces, era demasiado el riesgo: o se daba un acto de reconciliación plena, con abrazo y lagrimita traicionera o se daba tremendo bateo con las consecuencias lógicas. Ya tenía a mi escudero, ya había un hombre que se había comprometido conmigo a librarme de la tentación o salvarme de la depresión, estaba todo listo. No habría más contacto que el visual y sin embargo...

21:30 p.m., dos entes conocidos entre ellos y desconocidos a la multitud entran en un salón grande, 10 mesas están dispuestas, al fondo mis amigas, acá, mucho más acá, Mi Innombrable ha pedido que deje un lugar a mi lado en la mesa que elija. Una mesa entre desconocidos, no sé nada de casi nadie, con excepción tal vez de Lolo, que ha venido interesado en alguien en particular, no sé, tal vez... Mi innombrable y yo nos hemos reencontrado, pudo haber sido entre música de violines y media luz de fondo, pero nada ha sido como tal: hemos hablado de cartas, de sentimientos, de intenciones. Hemos perdonado, reído y tomado (7 tequilas en una cena que no se fueron a mi cerebro, más bien a las venas...), Han habido confesiones de amores tan absurdos como reales, tan fantásticos como terrenales... He salido aturdida, he deseado saber más, pero sobre todo, he deseado cerrar ese círculo como hace mucho debió haberse cerrado.

Viernes: Soy una sombra. No me ve. No estoy. Y con mi tamaño no es fácil perderme de vista. Seguramente ha sido el beige el que me ha camuflageado entre la gente y por eso él no me ha visto en todo el día. Me ha evadido, me ha tildado a loca cuando me he acercado a preguntar o a sugerir una idea y ha salido casi corriendo, como si hubiera visto 10 mil fantasmas juntos atrás de mi, cuando he intentado terminar de cerrar el círculo. Ha terminado todo. Se irá a su altiplano sin querer saber ni decir más; él está bien con él mismo, ha purificado su conciencia... debe ser bueno y sin embargo...

Sábado: Ya entendí todo. Su rollo, sus atenciones, sus intenciones, todo. Ha venido con Ella, con la otra, con la que siempre ha sido, pero que ha dejado de estar un tiempo para estar conmigo, aunque nunca estuvo del todo. Confusión. Entonces ha venido para regresar totalmente bien a ella, para no sentir pasos en la azotea... entonces no, no puede estarme viendo, para qué presta atención a mis movimientos, sí soy claustrofóbica no puedo estar encerrada con tanta gente en un espacio tan reducido, obscuro, húmedo; sí, me encanta el campo, disfruto el paisaje agavero, mi paisaje, mi cerro de Tequila, soy una niña si regreso al campo, como cada sábado, como cada domingo. ¿Por qué no va con ella?, ¿por qué no marca su territorio?, ¿por qué tengo que estar soportando todo esto?, ¿cómo puedo seguir de pie?, ¿por qué la gente no puede ser coherente?, sencillo: tres órganos, cuando mucho cuatro para organizar en sintonía: cerebro, corazón, estómago, boca... ¿es tan difícil coordinarlos, es tan difícil ponerlos organizarlos para que piensen, sientan actúen y hablen lo mismo al mismo tiempo en sintonía?

He dormido mucho, más de 20 horas en dos días. Hace mucho no dormía tanto. Supongo que todo esto habrá de servir para algo en el futuro. De entrada ha servido para: darme cuenta de que el hombre en su infinito egoísmo puede manipular las situaciones como mejor le convenga y dar la impresión de bonhomía cuando realmente quiere librarse de algún peso en su conciencia. Segundo: no hay nada, absolutamente nada que justifique / alivie / esconda / matice a la patanería. Tercero: Hay ausencias que significan un verdadero triunfo.

Me declaro república independiente. Nación Libre y Soberana. Estado Autónomo. Estoy de pie, sin querer remover nada, sin querer buscar nada, sin querer saber nada. Que cada quien se rasque con sus uñas, si las tiene. Que cada quien se reconcilie con la vida si tiene conciencia de lo que es la vida. Yo no debo nada y nadie me debe. Creo que estoy en paz.

lunes, octubre 09, 2006

La Gran Chichimeca y otros encuentros...

El jueves pasado tuve la oportunidad de volver a saludar amigos entrañables que hace mucho tiempo no saludaba, o bien, no los veía juntos: el Dr. Andrés Fábregas, el Arq. Carlos Correa, el Dr. Pedro Tomé, Arturo Chamorro, César Gilabert, Jesús Gómez Serrano, en fin... amigos y conocidos de muchos años que, aprovechando el 4º encuentro del seminario permanente de estudios de la Gran Chichimeca, coincidieron aquí en Zapopan durante un fin de semana completo. Si bien sucedieron muchas cosas en estos 3 días del encuentro, hablaré de asuntos personales en otro post, no quiero contaminar el buen recuerdo de la gran chichimeca, con rollos que no viene al caso mencionar. Sólo quiero comentar que fue una bonita experiencia volver a coincidir, en el lugar del que salimos todos alguna vez, con tanta gente que ha sido tan valiosa para mi, hasta el buen "Lolo", acudió. Luis Ku, Adriana Ruiz, Paulina, Ericka (quien fuera la más feroz de las pulgas en mi primer viaje a Oaxaca), Liz, tanta gente que ha estado de algun modo involucrada conmigo... tantos... Y bueno, también conocí a algunos personajes interesantes, como Bonfiglioli, la doctora Mari-Hert, Abel, el Dr. Sariego, etc. Fue un fin de semana muy grato, muy interesante que terminó con la visita a la Hacienda San José El Refugio de Tequila Herradura o Jack Daniels... aquí algunas de las fotos.






viernes, septiembre 29, 2006

La Ñoño Encuesta

Viernes, 5 de la tarde:

¿te vas a tomar una chela con tus amigos o a tu "club de tesis"?

En caso de haber elegido la primera opción, estarás dentro del comportamiento normal del 99 por ciento de la población, no importa si eres tapatío o poblano... a ellos también les gusta pistear los viernes.

Peero...

En caso de haber elegido irte a tu "club de tesis", serás digno candidato para ganar el famosísimo y peleadísimo "Ñoño Master Reward", que se otorga año con año a los más ñoños entre los ñoños.

Deja tus comentarios, la encuesta estará abierta hasta que nuestra principal candidata se convenza que lo sano, en viernes, es irnos a pistear.

jueves, septiembre 21, 2006

Un encuentro afortunado...

He andado de azul estos días. Entre que me llega el pánico de los 33, mi carencia de un plan de vida personalísimo (if there exist such a thing), los miles de rollos que se me atraviesan todos los días, el llegar al primer aniversario (15 de berrinche, 28 de rescate, 11-13 amorosísimos, etc., etc.) de los que pudieron haber sido los momentos más intensos y vívidos de mi última relación sentimental y tantas pequeñas cosas que me han venido atormentando, torturando, frikeando, etc., que hoy por la mañana recibí con singular gratitud el escuchar una antigua canción que me cantaban cuando era niña, pero que entonces no comprendí. Hoy, como si fuera el primer rayo de luz de la mañana, de la semana, del año, de la vida, tuve la dicha de volver a escuchar esa vieja canción en la voz de Louis Armstrong y lo agradecí profundamente, tanto que aquí va la balsa que hoy me salvó:

Georgia, Georgia,
the whole day through
Just an old sweet song
keeps Georgia on my mind

I said now, Georgia, Georgia,
a song of you
Comes as sweet and clear
as moonlight through the pines.

Other arms reach out to me,
other eyes smile tenderly.
Still in peaceful dreams I see
the road leads back to you

I said, Georgia, Georgia,
no peace I find.
Just an old sweet song
keeps Georgia on my mind

Other arms reach out to me,
other eyes smile tenderly.
Still in peaceful dreams I see
the road leads back to you

Now ya know its, Georgia, Georgia,
no peace, no peace I find
Just this old, sweet song
keeps Georgia on my mind

Just this old sweet song
keeps Georgia on my mind.

Y entonces, recordé un montón de canciones del buen Louis, que me trajeron sonrisas, imágenes, situaciones de otros tiempos. Que me recordaron películas que me llenaron en algún momento. Tiempos de risas, de juegos, de juguetes e imágenes que tal vez no volveré a ver en mi vida, pero que hoy regresaron en esencia y con una secuencia determinada, hasta encontrarme en mitad de una ciudad que es tan mía como de nadie, con el frío y la oscuridad del otoño incipiente; mientras llevaba a la Princesa de los Rizos Furiosos a la escuela... And I think to my self, what a wonderfull world...

Mis favoritas de Louis Armstrong: A kiss to build a dream on, Black & Blue, Blueberry Hill, Go down Moses, I cant give you Anything but Love, Jeepers Creepers, Mack the Kcnife, Moon River, Summertime (la mejor versión, es a mi gusto, la de Charlie Parker), What a Wonderfull World, When youre Smiling,

miércoles, septiembre 20, 2006

9

Para Miguel, porque su sombra todavía me descubre.
¿Nos olvidamos, a veces, de nuestra sombra o es que nuestra sombra nos abandona de vez en cuando?
Hemos abierto las ventanas de siempre. Hemos encendido las mismas lámparas. Hemos subido las escaleras de cada noche, y sin embargo han pasado las horas, las semanas enteras, sin que notemos su presencia.
Una tarde, al atravesar una plaza, nos sentamos en algún banco. Sobre las piedritas del camino describimos, con el regatón de nuestro paraguas, la mitad de una circunferencia. ¿Pensamos en alguien que está ausente? ¿Buscamos, en nuestra memoria, un recuerdo perdido? En todo caso, nuestra atención se encuentra en todas partes y en ninguna, hasta que de repente advertimos un estremecimiento a nuestros pies, y al averiguar de qué proviene, nos encontramos con nuestra sombra.
¿Será posible que hayamos vivido junto a ella sin habernos dado cuenta de su existencia? ¿La habremos extraviado al doblar una esquina, al atravesar una multitud? ¿O fue ella quien nos abandonó, para olfatear todas las otras sombras de la calle?
La ternura que nos infunde su presencia es demasiado grande para que nos preocupe la contestación a esas preguntas.
Quisiéramos acariciarla como a un perro, quisiéramos cargarla para que durmiera en nuestros brazos, y es tal la satisfacción de que nos acompañe al regresar a nuestra casa, que todas las precauciones que tomamos con ella nos parecen insuficientes.
Antes de atravesar las bocacalles esperamos que no circule ninguna clase de vehículo. En vez de subir las escaleras, tomamos el ascensor, para impedir que los escalones le fracturen el espinazo. Al circular de un cuarto a otro, evitamos que se lastime en las aristas de los muebles, y cuando llega la hora de acostarnos, la cubrimos como si fuese una mujer, para sentirla bien cerca de nosotros, para que duerma toda la noche a nuestro lado.
Oliverio Girondo. Obra Completa. México: CONACULTA, 1999 (Colección Archivos: 1a ed; 38), p. 88.

miércoles, septiembre 13, 2006

El Sr. Presidente. Memorias presidenciales 1978-2006

Al primer presidente de México que recuerdo, es a José López Portillo, si bien nací en tiempos Echeverristas, de éste casi no guardo ninguna impresión, imágen, figura, voz vívida. Todo lo referente a Luis Echeverría Álvarez, lo aprendí por los libros, los comentarios exacerbados de mi papá y mis tíos, el odio irremediable de los compañeros de la Facultad de Filosofía y Letras de la UdeG, etcétera; pero que yo me acuerde personalmente de él... no, definitivamente no. Con López Portillo la situación fue diferente. En 1978 entré a la Escuela Primaria Urbana Número 35, Lic. Gabriel Ramos Millán (amén), que si bien era una escuela relativamente pequeña, en el corazón del barrio de Santa Teresita, el sentimiento cívico, de profundo respeto y admiración por todo lo que fuera postrevolucionario, presidenciable y gobernable, se respiraba en cada rincón de la escuela gracias a las políticas educativas que se impusieron en el estado durante el sexenio de Dn. Agustín Yáñez, a quien los jaliscienses le debemos la Minerva, la Biblioteca Pública del Estado (qepd), la Escuela Normal de Jalisco, entre otros muchos edificios y monumentos refeos pero renecesarios para la ciudad de Guadalajara de los 50's. Cada lunes, los alumnos íbamos vestidos de blanco para honrar a la Bandera, cantábamos el Himno Nacional Mexicano, también aquella canción que cantaba "Se levanta en el asta mi bandera..." e incluso hubo alguna ocasión en que la directora, Dna. Ofelia Sánchez, nos recitara un fragmento de la Suave Patria de Ramón López Velarde, con su pañuelito blanco bordado en una mano (para secarse la lagrimita traicionera) y un micrófono enorme en la otra por el que su voz, ronca como locomotora vieja, llenaba el patio y el temor de todos los alumnos de la escuela. Por supuesto, para regresar al salón de clases, siempre nos acompañaba "La Marcha de Zacatecas". Ante semejantes despliegues cívico-patrios y un acervo bastante importante de familiares con un profundo sentido de la patria, la educación y el decoro (mi abuela y todas sus hermanas fueron maestras de primaria, todos mis tíos gritan igual que diputados en el pleno, mi papá es alegador como Senador en la Cámara y mi mamá, con la sencillez de su sabiduría, impregna de entusiasmo la más pequeña festividad cívica), era casi natural que mi atención comenzara a centrarse en la figura del Sr. Presidente a muy temprana edad.


López Portillo fue, para mí y desde mi perspectiva infantil El Sr. Presidente, así, en mayúsculas y negritas. Me impactó mucho verlo dar el informe de gobierno un primero de septiembre -entonces no íbamos a la escuela, pero las maestras nos dejaban una pequeña "composición" del Informe-, escucharlo hablar, verlo con tanta seguridad en sí mismo, causó una impresión tremenda en mi pequeño cerebro de niña. Con el paso de los años, los libros, los escándalos en torno a su figura, la Sasha y la sanfrancia que se armó en torno a su muerte, pasó de la grandeza a lo grotesco, casi sin escalas.



Fue un primero de diciembre de 1982, que ví la primera sucesión presidencial. Miguel de la Madrid, tan guapo todo él, recibía de manos de López Portillo la banda presidencial y la estafeta para los siguientes seis años. Con un país sumergido en una crisis política y económica que si bien me tocó vivir, no experimenté del todo (seguía teniendo mis dulces, mis vacaciones en el mar dos veces por año, mis estrenos para las fiestas, mis juguetes en navidad), me llegué a aficionar, aún más, con la figura del primer mandantario. Incluso sentí simpatía por él cuando se dieron los terremotos en el 85, y cuando empezaron a caer los narcotraficantes "pesados" de la época en las cárceles, recordemos el incidente Caro Quintero. Si con López Portillo se vivió el despilfarro de los recursos discursivos y monetarios, Miguel de la Madrid Hurtado optó por la prudencia y casi pasó totalmente inadvertido entre los presidentes de México, aunque era guapo, sí... era guapo el señor.


En el 88, casi me sentí defraudada, si bien no podía votar todavía, mi interés por la política iba in crescendo. López Portillo y Miguel de la Madrid, habían sido a mis ojos de niña preadolescente, dignos representantes de portar una banda tan grande y tan bonita en su pecho. Y sin embargo, ahora un ente chaparrito, orejón, cara de ratón, se atrevía a subirse al estrado para recibirla. Sí, estoy hablando de Carlos Salinas de Gortari. Ni guapo, ni atractivo, ni siquiera interesante se veía el mequetrefe éste. Entonces yo estaba a punto de salir de la secundaria, que fue mi único tropezón en escuela religiosa, y me urgía entrar en una de las prepas de la UdeG, en donde me platicaban que las puertas estaban abiertas todo el día, que el chiste era que no te vieran los prefectos afuera del salón para que no te reportaran, que tus calificaciones dependían de tus asistencias y que las fiestas de los alumnos eran las mejores de la ciudad. Era cuestión de esperar unos meses para que la píldora del encantamiento por el primer mundo y sus virtudes pasara suavemente por nuestros cerebros al compás de los discursos y propuestas del primer mandatario. Todo era rebonito, el peso mexicano se sostuvo en 3.00 pesos frente al dólar por casi 6 años; el petróleo se vendía mejor que nunca, las relaciones comerciales con los Estados Unidos iban viento en popa, se planificó el TLCAN, se conoció a jóvenes priístas tomando cargos fuertes en el gabinete, cayó en la cárcel el más grande líder sindical, hasta entonces en México, Joaquín Hernández Galicia, alias "La Quina"; salió Guillermo Ochoa de la barra de programación de Televisa y cayó también en la cárcel el Chapo Guzmán, en fin, un presidente jóven, con doctrinas económicas que después serían incluídas en programas de estudio de las mejores universidades de Estados Unidos e Inglaterra... todo era tan bonito, hasta que, nos cogió el pelón por sorpresa y a su salida, una crisis monumental, casi semejante a la vivida en los periodos echeverrista y lopezportillista, con la pequeña diferencia, que ahora sí la padecí al cien por ciento. Mi papá tuvo que cerrar su fábrica de zapatos, tuvimos que emigrar por dos años en busca de mejores oportunidades de trabajo, y mis salidas al cine, a tomar un café, a comer con los amigos, se fueron reduciendo exponencialmente. Mi gusto por la política comenzó a decaer a niveles casi depresivos hasta que...


Llegó, gracias al patricidio y no a mi primera incursión en la "democracia" mexicana, Ernesto Zedillo Ponce de León a la silla presidencial. En ese momento francamente yo estaba enojada con mi país, indignada, resongando de todo lo que tuviera tintes políticos, patrióticos o patrioteros. Mi opción en la oposición era seguir ciegamente a Cuauhtémoc Cárdenas, incluso pensaba hacerme militante del PRD. Aunque otra parte de mí, tenía la intención de nada más terminar la licenciatura, agarraría mis libros y mis chivas y me mudaría a otro planeta, Australia, Canadá, Singapur, cualquier lugar lejos del mugrero político que estaba viviendo y que, no me dejaba mayores opciones. Sin embargo, el tiempo pasó. Zedillo sacó adelante su chamba, mal y como pudo, y se empezó a escuchar, desde el bajío mexicano, la en-botada voz de un ranchero enamorado, que quería ser presidente. La neta a mí me caía mal el neoempresario guanajuatense con ínfulas mesiánicas tan parecidas a las que trae otro sureño, ahora tan criticado, pues... pero de eso ya casi no hay memoria, creo que muchos de los mexicanos padecemos esa "amnesia oportuna" y nos dejamos llevar por los bonitos anuncios de televisión que nos advierten de peligros inminentes de caer en manos de las fuerzas del mal.

Cuando todo me caía mal en Zedillo, tanto que casi ni lo tomé en cuenta como mandatario, llega la noche del 2 de julio de 2000. Todavía persiste en mi memoria el rostro desencajado del Sr. Presidente, a lado de aquella pintura inolvidable de Dn. Benito Juárez que de tanto estar en el despacho del presidente, ya hasta se le dibujaba cierta sonrisa, él tan oaxaqueño, tan orgulloso y con esa sonrisita medio forzada, como si fuera la Monalisa del Palacio de Gobierno... pero bueno, remembranzas pues de Zedillo, a nivel nacional, rostro desencajado por una "gripa oficial", dando el triunfo de las elecciones al candidato de la oposición Vicente Fox Quezada.


Y todo se pintó de azul. Se mochó al águila del escudo nacional, hubo boda presidencial en los pinos con la ex-vocera de la presidencia, se invitó al hijo del Tata a continuar con la chamba que dejó la ahora Primera Dama, y empezó una larga e inigualable (al menos eso espero) lista de pendejadas, entuertos, dimes y diretes; durante los seis años más largos de mi vida. del 2000-2006, viví un conato de boda, me exilié como consecuencia de la misma para no dar explicaciones ni regodearme en el dolor con los demás; mi sueldo ha permanecido inmóvil durante 5 años, tuve una hija, se sumaron responsabilidades y gastos; pero no abrí un microchangarro, no soy beneficiaria del programa Oportunidades, tampoco me dieron una vivienda por ser madre soltera, ni siquiera tengo vales de transporte urbano... pero eso sí, vivo en un estado democrático y de libertad de expresión, sin parangón en la historia de la política "moderna" de mi país. ¡malo, malo, malo, pero qué bonito, chingado!

Y ahora, que todo seguirá de azul, creo prudente hacer silencio y retomar, si se puede, dentro de seis años el tema. Salud y provecho para las fiestas patrias.

martes, septiembre 12, 2006

lunes, septiembre 11, 2006

Sexweekend en Morelia o la radicalización de las ideas como excusa para terminar lo que nunca comenzó.



El fin de semana estuve visitando a un amigo en la ciudad de Morelia. La cosa estaba clara, darnos un encerrón en su depa y tocar fondo en la exploración sensorial mutua hasta salir con las rodillas temblando. Y sucedió todo, menos eso. Llegué a Morelia con la sensación encontrada de "sí, ya estuvo bueno de andar tripeando por Mi Innombrable" y la de "esto es un error, la estoy regando y no habrá papel del baño en el planeta que alcance para limpiar el desmadre". De todos modos llegué hasta el departamento de MR. P., a eso de las 8 de la noche. Fuimos al súper a comprar agua, una botellita de vino y chucherías para gusguear durante mi estancia

(Fritos con limón y salsa valentina amarilla, indispensabilísimos) y por supuesto coca-cola, que está siempre en los grandes eventos...

Regresamos al depa. Los besos no encuadraban, o chocaban las narices, o las manos no se ponían donde debían, cero comunicación física. Definitivamente después de lo vivido y sentido con Mi Adorado Innombrable, mi punto de comparación sexual estaba muy por encima de ese intento de acoplamiento que nomás no se dió por ninguna parte, aunque se hizo el intento, no soy mujer que deje las batallas a medio terminar. Dormimos toda la noche.

Noche de viernes sexual en la jeta total, gracias.

El sábado por la mañana, nos levantamos tarde, fuimos a desayunar gordas con jugo de naranja, regresamos al departamento y me pasé 4 horas continuas frente a la televisión mientras MR. P. revisaba fuentes y mandaba cables informativos a no sé cuántos periódicos de la región. Salió y regresó con un pollo pepe. Comimos casi en silencio, sólo hablábamos haciendo alusión a las propiedades del pollo, al sabor de la salsa, a los totopos, etc. Terminando de comer regresamos a la cama y nos jeteamos otro rato. Despertamos y pusimos la película "voces inocentes", con el terrible resultado final que me provoca esa película, el llanto incontenible, snob snob sniff sniff, le pregunto si vamos a salir y me dice que en un rato más nos vamos al centro, me meto a bañar, me arreglo para salir y sorpresa!, estaban pasando las finales de la WNBA y quería ver quién ganaba. Me voy a la computadora, abro el messenger, sólo primavera en línea, chateamos un rato, nos despedimos, regreso a la cama y estaba dormido. Regreso al baño, me pongo la pijama y también me acuesto a dormir. En algún momento siento su brazo buscándome, me retiro un poco más y...

Despierto el domingo con unas ganas inmensas de chingarle la vida al primero que se me ponga enfrente, y quién creen que estaba sonriéndome sin ganas de reír?

"Quiero café negro con bisquets para desayunar". Después de presentarme varias opciones, insisto con mi necesidad de cafeína y pan con mermelada, ante mi intransigencia, salimos y tomamos un camión rumbo al centro. Casi no hablamos. La neta yo ya no tenía nada qué hablar, no había nada que nos encontrara. Llegamos caminando al Café Europa, en los portales, justo frente a Catedral.

Morelia es bella, bellísima, su cantera rosa, sus calles, su gente, me relaja tanto... Estaba casi de buen humor, cuando se me ocurre comentar en relación a los títeres gigantes alusivos a Fox y Calderón que ocupaban gran parte de la plaza a un costado de la iglesia y que también está tomada por la Convención Nacional del Peje, "sería bueno que un investigador social o político se aventara una investigación sobre las manifestaciones artístico-culturales de las campañas políticas en el país". A lo que mi interlocutor, respondió "¿Es lo único que se te ocurre ante un momento tan importante en nuestro país?", vamos a discutir, pensé. La veía venir como cuando uno está esperando el pitido de la olla de presión. Empecé en tono moderado, a dar mis puntos de vista. Me acusó de calderonista. Me confesé afecta a Patricia Mercado. Se rió por mi postura. Me empecé a encabronar y terminamos casi gritándonos ante la mirada curiosainteresadadivertida, de una extranjera que desayunaba en la mesa contigua. Sin importarme el show que estábamos dando (al final dudo mucho volver a encontrarme con la gente que estaba en aquel maravilloso cafecito moreliano), ventajas del anonimato que da el ser extranjero al menos estatalmente hablando. Para terminar con la discusión política que, estoy segura, fue consecuencia de no haber logrado el objetivo cogitivo-primario del viaje, terminé siendo partidaria del

"Exterminio paulatino de 70 millones de mexicanos en extrema pobreza, bajo el yugo del neoconservadurismo y las políticas neoliberales adoptadas vía imitación al Imperio Capitalista".

En este punto no sabía si reír, aplaudir o entonar con toda la parsimonia posible el Himno Nacional Mexicano. Con la risa en mitad de la garganta, me excusé diciendo que necesitaba ir al baño. Me levanté y conocí el interior del dichoso café...


Cuando salí, pedimos la cuenta, que yo pagué, no porque él no hubo sacado la cartera, sino porque había sido mi caprichito mañanero y porque yo quise pagarle el desayuno y la enfrentona. Y caminamos rumbo al Museo del Dulce.


Ahí nos recibió una señora maravillosa, que me dió una explicación magnífica de la historia del dulce en la región y luego agarré mi canastita para comprar alguna que otra delicia de las que ahí venden: ates de macadamia, membrillo y guayaba, obleas rellenas de cajeta, jamoncillos de leche, tiras de ate, etc. Todo esto lo pagó él.

Regresamos al departamento en el más absoluto silencio. Marcó para llamar al taxi y me dijo que tenía mucho trabajo por hacer, así que le dije que no se molestara en llevarme a la central y tomando mi maleta salí del departamento, contenta por regresar a mi mundo, que si bien no es el perfecto, es el mejor lugar en el que puedo estar.

viernes, septiembre 01, 2006

I will paint you as I first saw you. Not a maid. You.

Sigo hablando de los roles que una juega en torno a la vida de los demás. Hace unos días, en el comedor del colegio, llegó a la mesa uno de los investigadores que acá trabajan y me dijo "Geo, anoche estaba viendo una película y me acordé de ti", creo que me sonrojé, a pesar de que conozco el nivel de coquetería en tono de broma que maneja este singular personaje; las risas y los comentarios de las personas con quienes estaba comiendo, me hicieron creer que en efecto, me había sonrojado. "Ví la película "La Dama del Arete de Perla y me acordé de ti, ¿ya la viste?". Si bien me considero con buen gusto en el aspecto cinematográfico y creo que selecciono bien las películas que quiero ver, debo reconocer que ésta no la había visto. Me dijo que me la iba a traer uno de estos días, y que luego la comentábamos. No me adelantó el argumento, la trama, sólo me dijo que sabía que me iba a gustar.

Pasó casi una semana hasta que Ricardo vino hasta la oficina. Llegó saludando a las chicas de PT, y luego llegó conmigo. Descubrió que no estamos pared con pared, le presenté el Fondo Reservado de la Biblioteca, bromeamos al respecto y cuando dimos vuelta para regresar a mi oficina vi que traía un estuche en la mano que categóricamente le arrebaté. Ahí estaba, la niña del arete de perla. "Bueno, te la dejo, me dices qué te pareció". Me quedé con la película en las manos y no fue hasta que regresé a mi escritorio que me puse a leer la breve reseña en la contraportada. La historia del pintor Johannes Vermeer, en Delft, 1675; en el momento creativo de una de sus más famosas pinturas.

Por la noche, ya que se durmió la princesa de los rizos furiosos y la casa estuvo casi totalmente en silencio, encendí el dvd, la tv y me dispuse a ver aquella película que había provocado en otro la intención de que yo la viera.




Una pintura en movimiento. Cada escena comenzaba con un cuadro de Vermeer, quien se dedicó durante su vida a reproducir escenas de la vida cotidiana en Holanda, así, se ven mujeres trabajando, niñas jugando, mujeres escribiendo o tocando algún instrumento musical. La joven Griet llega a trabajar entre la servidumbre de la casa de los Vermeer, es una casa llena de niños (según sus biógrafos, Vermeer llegó a procrear 15 hijos con su esposa, pero se murieron 4), el pintor utilizaba las habitaciones de la planta alta para producir sus cuadros, y a Griet le encomiendan el trabajo de ordenar y limpiar el estudio. No tardarán en conocerse y se desarrollará entre ellos un sentimiento de "comunicación" casi sin palabras. Griet es hija de un artesano y sabe de luces, sombras y colores. Vermeer por su parte, ha sido considerado un virtuoso al momento de plasmar casi con total realismo, las sombras y las texturas de la época. A Vermeer le apasiona el talento nato de Griet y la toma bajo su manto para enseñarle a mezclar los colores e incluso la convierte en modelo de algunos de sus cuadros. Todo parece desarrollarse en una monotonía casi rutinaria, hasta que nace el más pequeño de sus hijos y su suegra organiza una cena para presentar al pequeño y al mismo tiempo, la última creación del yerno. El invitado especial es cierto mecenas que comprará el cuadro. Durante la cena, le pedirá dos cuadros más, pero ahora le exige que uno de los cuadros sea un retrato sugerente, casi vulgar de Griet. Vermeer, celoso de su "criatura", comienza a trabajar en una serie de bocetos, hasta que una noche, cuando su esposa le pide que le ayude a ponerse sus joyas, descubre las luces y las sombras de las perlas de los aretes de la mujer. Días después, la suegra es quien entrega los mismos aretes a Griet y le dice que trabajen rápido sobre el cuadro para que su hija no se entere. Tal vez esta sea la escena más íntima del pintor con el ama de llaves. Él le perfora los oídos y le coloca los aretes, mientras una de sus hijas observa la escena desde la puerta del estudio y pasan todo el día en la elaboración de la pintura. La escena siguiente es caótica. La mujer de Vermeer entra colérica en la habitación y corre a Griet de la casa sin que Vermeer pueda hacer absolutamente nada. Días después, aparece una nueva pintura de Vermeer en la pantalla, una mujer está sentada alimentando a las gallinas cuando entra un "ama" de la casa de los Vermeer y le entrega un envoltorio lacrado. En el interior, Griet encuentra los aretes y el lazo que vistió mientras Vermeer hacía la pintura.

Cuando terminó la película me descubrí profundamente emocionada. No voy a hablar de crítica cinematográfica, puesto que soy la menos fiable en este sentido. Sólo puedo agregar que es una película hermosa, llena de matices, la fotografía es espléndida, y que me siento halagada por haber motivado en otra persona, que a veces he creído que apenas me conoce, el impulso de compartirme algo tan lleno de sensibilidad, tan bonito, tan bien hecho.

jueves, agosto 31, 2006

Con "B" de Boiler

Me quedé sola en mi casa hace unos días. Mujer soltera, 33 años, madre de una niña (inteligentísima) de 3 años de edad, educada en escuelas públicas aunque familiarizada con la religión católica vía familiar; bibliotecaria, escritora en ciernes, talachera de palabras e ideas, viviendo con sus padres, cabeza de familia. A pesar de este perfil que cualquiera podría identificar como el de una mujer independiente, no es el caso. De hecho a partir de aquella tarde me declaro la más humilde de las mortales. Sé preparar pasteles, cocinar quesadillas de queso, sé hacer café (en cafetera eléctrica), bordar en punto de cruz, pegar botones, discutir con mentes brillantes sobre temas brillantes / escabrosos / sonzos / aburridos, en fin, un estuche de monerías, la niña Geo, porque quizás todas estas virtudes, sean las propias de mi sexo; pero debo reconocer que si se le desinfla una llanta al carro, si se funde un foco, si se rompe el empaque de una llave, estoy totalmente perdida. Ahora, ¿qué pasa cuando a una se le apaga el boiler en mitad del primer baño de soltera, en la casa totalmente sola (la hija andaba con los abuelos), teniendo todo el tiempo del mundo para disfrutar la caricia del agua calientita una tarde nublada?, realmente encabronada salí de la regadera, me colgué mi bata de toalla y salí descalza al "pozo" de la escalera de servicio para intentar solucionar el problema.



Ahora sí, el boiler y yo, frente a frente. Pero, no supe qué hacer. Sabiéndome una completa inútil tomé el celular y empecé a revisar a los "hombres" de mi lista:

El Mostro: En su casa no contestan y no trae celular, frustración número 1.

Beno: el "incontestable", el número que yo marqué no está disponible o se encuentra fuera del área de servicio.

Carlos: Qué bueno que me hablas, pero estoy en mitad de una clase, dame 15 minutos y ahorita te devuelvo la llamada, besos, ciao.

Querétaro: Sí, pero no... larga distancia y nos clavaríamos en saber de lo que ha sido de nosotros, para después solucionar el problema del boiler.

Gabo: prima, lamento informarte que en la vida he encendido un pinche boiler... la neta no sé cómo se le hace, déjame checarlo con Adolfo y te hablo, va?

El Inombrable: chale... pero si no hay más remedio...

Si bien las cosas terminaron mal, muy mal entre los dos; hubo mucho amor, mucho cariño del bueno y sé que sólo que fuera realmente necesario podría llamarlo y pedirle ayuda, así que marqué. 4 Timbrazos después, me contestó, después de los saludos políticamente correctos, me preguntó qué quería. Le dije que estaba prácticamente en pelotas, frente al boiler sin saber cómo volver a encenderlo. Después de reírse de mí en mi oreja, me dió las instrucciones: "cierra el piloto... sí, el botón rojo, gíralo hasta donde diga apagado. Espera unos minutos a que se salga el gas que se escapó, luego regresa, gira nuevamente el botón hasta donde diga "piloto", presiona y enciende al mismo tiempo el cerillo cerca del piloto... sí, sé que tienes sólo dos manos, el piloto es ese tubito negro que sobre sale... una vez que prenda, manten el botón presionado unos 3 segundos y suelta despacio, si se apaga otra vez, repite todo como te lo dije". Al final, como al principio, me declaro una inútil funcional en lo que a materia doméstica se refiere, afortunadamente hubo alguien que pudo ayudarme a salir del bache y continuar con mis asuntos bajo la regadera.

Sí, estoy de acuerdo en que todos tenemos un rol en la vida de las personas que se relacionan con nosotras. Muchas veces pueden pasar los años, pueden pasar los enojos, pueden darse los olvidos... Pero en ese momento, lo mejor fue darme cuenta de que si bien con mi Inombrable aprendí que lo mejor de la pasión lo pone el amor, también con él aprendí a encender un boiler. Creo que con nadie pude aprender mejor ambas cosas.

Del Pato (Gustavo A. Hernández Merino)

Instrucciones para el lector

Póngale usted el título que quiera
justo sobre la línea punteada.
(Se sugiere hacerlo con lápiz:
todos somos susceptibles de cambiar de opinión.)

Al igual que con el título,
numere a su elección los puntos del recuadro
y únales con una línea
para obtener la ilustración de la portada.

Forme una ronda
con todos los niños de la casa
antes y después
de leer cada página.
Al término de ésta
pregúnteles
qué es la Vida y quién es Dios.
Puede también,
si lo desea,
cuestionarles
sobre el origen del Dolor o de los Sueños
y de Dónde Venimos y hacia Dónde Vamos.

Le advertimos que las respuestas
le quitarán un día de vida cada una,
pero le ayudarán a comprender mejor el libro.

Cuando encuentre un /
escoja Usted la opción
que más le guste.

En caso de encontrar algo más que un silencio
en las páginas en blanco,
remita su queja de inmediato
a la empresa editorial.
Su queja no será atendida,
pero por lo menos le quedará el consuelo
de saber que alguien la leyó.

Por el contrario
si algún poema le resultara francamente
deplorable / abominable / deleznable / vomitable / despreciable
existe una cláusula en el contrato
del autor con la compañía,
en el cual, se obliga a éste a resarcir su falta
remitiéndole al usuario
un catálogo de mil poemas
para sustituir al defectuoso.

Categóricamente,
se prohibe acompañarlo con leche.
Se sugiere
un café / una botella de tequila / un trago de cicuta / una cerveza / un té.

De igual forma,
se prohibe hacer alusión al Himno Nacional
cuando se encuentren frases salidas
de la Sabiduría Popular.

Al leer el libro,
déjese caer en tentación
no se libre del mal.

Ni por
error / curiosidad / güevos
tenga la ocurrencia de alternar
el sentido original de la lectura.
De hacerlo,
los Demonios le perseguirán mientras exista.

Haga media pausa después de cada ,
una después de cada ;
y dos después de cada

Se advierte que éste libro
es sólo cuchillito de palo:
quien intente cortarse las venas,
matar al vecino,
cazar al nahual
o torturar al ser amado con él
se llevará una gran desilusión.

Consideramos prudente también advertir
que no se encontrará prólogo alguno:
los prólogos sólo sirven
para facilitarle el trabajo
a los reseñadores de los diarios
y a los maestros de ceremonias de las presentaciones.

Igualmente se omite la dedicatoria
porque la musa a quien está dedicado este poemario
tiene una pareja celosa / murió / se fue con otro / no le importa para nada esta edición.

Escriba con sangre en la pared
sobre la cabecera de la cama,
todos los poemas que merezcan ser leídos.
En caso contrario
anotarlos con gris
en la lengua
del zapato.

Si se decide a leerlo otro día,
ármese con una linterna y una brújula.
De noche serán necesarias
una vela y una mujer.

Al término de la lectura,
si se decide a reprobar la publicación de éste libro,
no lo rompa ni lo queme:
de cada trozo o ceniza
surgirá un nuevo libro.

Se recomienda hacerlo rollito
y meterlo en una botella:
cuando todos naufraguemos,
ésta será la botella que usted encuentre:
con el hallazgo Usted
se convertirá en cenzontle o se volverá loco:
las dos opciones son buenas.

Pero,
en caso de que llegara a gustarle,
corra a mirarse al espejo más próximo:
notará que Usted no será ya nunca más el mismo:
habrán empezado a brotarle alas en la espalda.



del poemario (Póngale usted el título que quiera), Guadalajara: Ediciones Arlequín, 1994.

lunes, agosto 21, 2006

Pre-Natal

Para la Princesa de los Rizos Furiosos, a 3 años, ya, de su llegada.
En mi vientre,
dentro
la sangre amotinada,
fuerte.
En el silencio
la luz llovediza,
ternura de manantial
que emana risas.
Dentro
te protejo
del dolor y el frío.
Afuera,
frente al espejo,
no hay más luna enamorada
ni enamorada criatura.
Estamos solos.
Hablamos de noches
sin estrellas
y te procuro una lámpara
sin pensar en tu luz propia.
Las sonrisas vendrán
después,
cuando el dolor
se vaya,
cuando de la sangre
brote la sangre,
cuando la vida
sea.
Guadalajara, Jal., durante los tormentones del 2003. (Bitácora de la espera)

viernes, julio 28, 2006

VACACIONES


Estaré desconectada durante los próximos 15 días. Disfruten el silencio.

martes, julio 18, 2006

Y la luz entró en mi casa

Tan fuerte y de manera tan contundente que quemó todos los electrodomésticos, el viernes pasado.

Rutina pre-iluminati

7:00 a.m. Encender el televisor, sintonizar el noticiero local, escucharlo mientras me baño, lavo los dientes, coloco los pupilentes, me visto, tiendo la cama.
7:20 a.m. Entrar a la recámara de la princesa de los rizos furiosos, encender el reproductor de discos compactos, ponerle musiquita para que despierte contenta.
7:30 a.m. Levantar a la princesa de la cama, llevarla a mi pieza, sintonizar en la tv las caricaturas, vestirla, peinarla, arreglar su mochila previa huída a la guardería.
8:20 a.m. Encender de nuevo la televisión, maquillarme escuchando a Víctor Trujillo.
8:45 a.m. Desayunar frente al televisor, tomar café caliente recién salido de la cafetera eléctrica. Calentar el pan en el horno eléctrico.
9:00 - 19:00 horas Trabajando en múltiples actividades fuera de casa.
8:00 p.m. Cenar junto con la princesa de los rizos furiosos viendo caricaturas en la tv.
9:00- 10:00 p.m. Atenciones múltiples a la hija sin electrodomésticos de por medio.
10:00 - 12:00 p.m. Dependiendo el día de la semana, ver series de televisión, noticias, hacer zapping un rato.

Rutina post-iluminati:

7:00 a.m. Levantarme, seguir la rutina establecida en la hora 7:00 de la primer rutina sin más ruido que el de la regadera, el lavamanos, el escusado.
7:20 a.m. Despertar a la hija con cariños y mimos pero sin musiquita de fondo.
7:30 a.m. Llevar a la niña a mi recámara, vestirla, peinarla, respondiendo a las preguntas ¿por qué no hay taritaturas?, sí me porté bien, quiero ver las taritaturas...
8:20 a.m. Maquillarme frente al televisor apagado.
8:45 a.m. Desayunar. Café recién salido de la ollita, pan frío, o bien, calentado en el sartén pero no sabe igual.
9:00-19:00 horas. Misma rutina de trabajo sin mayores modificaciones más que la depresión de tener todo quemado en casa.
20:00 horas. Cenar con la princesa de los rizos furiosos, sin caricaturas, sin más ruido que nuestra propia conversación y las mismas preguntas y observaciones de la mañana.
21:00 -22:00 horas. Misma rutina a la primera.
22:00- 23:00 horas. Leer el librito de cuentos "Me gustas por guarra, amor" de Juan Hernández Luna, pero ya se me está acabando la lectura y tendré que pensar en releer alguno de los libros que hay en casa.

Si, para muchos puede ser maravilloso que el ruido contaminante de la televisión no se interponga en mi dinámica de madre, pero seamos honestos, tal vez no tengan hijos o bien nunca se hayan visto sumergidos, por la fuerza, en el más absurdo de los silencios de la era moderna. Quedarse sin electrodomésticos porque un rayo o corriente eléctrica quemó absolutamente todo, además de ser ridículo y triste, puede ocasionar un caos emocional desconocido hasta ahora.

Por una parte, está la cuestión económica: se tendrá que levantar la casa poco a poco, en las condiciones actuales, es prácticamente imposible salir al día siguiente a cualquier tienda y comprar 3 televisiones, un refrigerador, un horno de microondas, una cafetera, un reproductor de discos compactos, un cargador de celular, etc., etc. Todo tendrá que irse dando, de manera paulatina conforme lleguen las quincenas y haya modo de destinar un "dinerito" para nivelarnos.

Por otra parte, el enojo ante lo inevitable, el tambaleo de la fe, la ansiedad de saber que no importa cuán duro trabajes, siempre hay algo más grande y fuerte que tú que puede llegar y partirte la vida en pedacitos. Job no es ejemplo en esta situación.

Mucha gente me ha dicho que debo estar agradecida porque no pasó a mayores: la familia está bien, no hubo accidentes personales que lamentar, y la serie completa de consuelos que se reparten como si fueran dotaciones de marinela para los perdedores del programa infantil de toda la vida.

Tal vez toda esta gente, sin duda bien intencionada, tiene razón y la única que está mal por estar enojada, triste, estressada sea yo, tal vez debiera empezar a creer en el poder de los santos y las fuerzas divinas, tal vez debiera hacerme una limpia y empezar a creer en doctrinas alternas... tal vez.

Lo que sí sé que tengo que hacer es dejarme de jaladas mentales y berrinchitos; seguir trabajando, agarrar chambitas alternas, para ganar unos centavitos extras y volver a poner mi casa a funcionar como había funcionado hasta ahora.

lunes, julio 17, 2006

Darma y Vadha

Darma y Vadha llegaron a saludarme a la biblioteca después de muchos años de no vernos. La verdad es que no las reconocí, no sé si porque en mi vida esperaba volver a verlas o si fue una consecuencia casi natural de mi desapego consuetudinario a ciertos personajes, situaciones o cosas que creo que perdí y no volveré a tener. Darma, quien fuera mi "amiga inseparable" durante la facultad, se veía bastante más delgada, con el cabello largo --siempre lo llevó corto--, pero con su habitual "look darketo". Cuando dejé de ver a Vadha, estaba totalmente rapada de la cabeza, usaba camisetitas tipo militar, y andaba con un yunkie extracto de la facultad de filosofía, ahora, sin embargo, parecía la extracción del tianguis cultural tapatío: blusa de manta, cabello largo, descuidado, sin gota de maquillaje, pantalones viejos de mezclilla, morralito y rebosito porsihacefrío. Llegaron hasta mi oficina, se apostaron en la puerta y esperaron mi reacción. No las reconocí, definitivamente no sabía quiénes eran esas dos mujeres paradas en el marco de la puerta observando mi reacción, fue hasta que escuché la voz de Darma que supe quien era... pero a la pobre Vadha, seguí sin identificarla hasta que me dijo "soy, yo, guey... acuérdate, la auxiliar de X", aaaah, ya, entre los abrazos del "qué gusto verte" y el desconcierto, las invité a que se sentaran y empezamos a platicar.

"Te vi en CNN y le dije a Darma, guey, vamos a visitarla, tiene una hijita rechula"

"y aquí estamos, ¿te casaste?, ¿cuánto tiene tu hija?, ¿cómo has estado?"

"No, no me casé, 3 años, bien, trabajando, no hay de otra"

"Sí, verdad?"

...

"¿y, cómo van las cosas por aquí?, ¿quién sigue? "

"Pues todo más o menos igual, casi todos los que dejaron aquí siguen..."

... ... ...

"Pues vamos a comer, no?, de hecho venimos a sonsacarte, cómo ves?"

"Ah, perfecto, como qué se les antoja? "

"Pues, somos vegetarianas, guey... pero lo que sea, está bien... "

"Pero sí comemos pescado... pero lo que sea, igual, eh?..."

"Pues, ustedes decidan"

"No, tú eres nuestra invitada, guey"

"Pues vamos a la Hostería del Ángel, no?"

"Pero, venden ensaladas?"

"Pues... sí, supongo que sí"

"Bueno, pues si ahí te late guey..."

"Sí, ahí me late"

Y nos fuimos. Llegamos a la hostería, les encantó el lugar, y ocupamos una mesa en el patio. Pidieron una cerveza cada una, aunque confesaron que casi no toman, yo pedí otra para mí y comenzamos en los temas más personales; que si yo estaba saliendo del efecto marejada que me había dejado volver a ver al último galán con el que he andado, que si ellas no tenían pareja y que si me había afectado mucho tener a la hija sin su papá a lado mío; las respuestas iban del sí al no, al cómo crees, qué cosas y cháchara de mujeres. Todo parecía una conversación más o menos normal, entre 3 "amigas" que se reunían después de mucho tiempo de no estar en contacto, y cuando por fin le pregunté a Darma, qué se había hecho, contestó:

"Pues llevo 7 años en terapia psicológica tomando antidepresivos y ansiolíticos, intenté suicidarme poniendo las manos sobre la parrilla del negocio de mi papá y ahí me asusté y le llamé al Centro Médico de Atención Mental y al Centro de Atención a Crisis y me mandaron a la cruz verde y de ahí entré en un programa de aplicación de x --dijo el nombre, pero se me olvidó-- antidepresivo y el Estado me lo estuvo regalando por 6 meses, por que hasta en eso sí son muy decentes, una maravilla, la verdad; y pues me sacaron del problema pero tengo que tomar el antidepresivo y el ansiolítico hasta que me den de alta"

"y cuándo será eso?", atónita, me atreví a preguntarle

"pues cuando esté bien"

"aaah" y mirando a Vhada "y tú, qué te has hecho?, sigues viviendo con R?"

"Uy, no guey, qué va... me abandonó hace 4 años, bendito sea Dios, verdad guey?, era un hombre sumamente conflictuado, guey, violento, difícil, afortunadamente no tuvimos hijos guey, pero yo también estoy en terapia psicológica y estoy tomando antidepresivos y ansiolíticos de manera permanente guey, porque de repente me llegan unos bajones bien culeros que a veces ya no sé ni cómo salir guey, pero también me están ayudando mucho las clases de budismo que estoy tomando en el Centro Tibetano de Guadalajara, no sabes guey, es la onda, debieran ir guey, está por abrirse un curso el próximo mes, no es nada religioso guey, ni nada de eso, aunque hay gente que sí se clava pero yo no, digo, yo nomás no como carne, tampoco tomo, bueno, ahorita una chela pa no dejar, no?, pero no tomo, y el vato que da la clase es bien trucha guey, te enseña a investigarte interiormente para que desde tu interior resuelvas los problemas que se te van presentando en la vida, guey, es un sabio el cuate este, digo, es mexicanote, el guey, pero neta, habla idiomas de por allá del Tibet y la chingada..."

"aaaah y tú, hablas tibetano?"

"oi esta mensa, claro que no, guey... pero el vato lo habla machín"

"y cómo sabes que es tibetano, qué tal si se fue a la Lacandona y aprendió Tzotzil, Tzeltal, o un dialecto de esos y les está contando el rollo del chino y el tibetano?"

Risa general en la mesa y comentario de Vadha "está guey, te pasas, la neta... claro que es tibetano..." y pierde su mirada en la tablita azul que hace las veces de mantel individual, como si se quedara pensando en el Tibet, en el mexicanote que le da clases de budismo, o en los tzotziles...

"aaah, pos tá bien, no?"

Volví a mi plato, en el que descansaban relajada y pasivamente 6 tapas de jamón serrano con mucho aceite de olivo y observé los platos de mis compañeras: ensaladas con queso de cabra y aceituna negra... sí, qué rico... pero lo mío, lo mío, es la carnita; para qué echamos mentiras, no?

Mientras asimilaba que la Valeriana que tomo para controlar mi nivel cotidiano de stress y mi ownway of meditation, a estas alturas del partido parecían guioncitos de novelita de Televisa o TvAzteca, frente a tales niveles de depresión y ansiedad, Darma comentó:

"pues yo ya entendí que definitivamente los hombres y yo no congeniamos, digo, sí pueden ser todo lo que tú quieras, pero su rollo es más carnal, no se comprometen con nadie, te utilizan sexualmente, como si fueras el kleenex que pueden desechar; además, no saben, desde que no tengo relaciones sexuales estoy tan tranquila, ya no me conflictúo en lo más mínimo, hasta puedo dejar de depilarme por varias semanas y bien agusto, o no?"

Tos casi involuntaria de mi parte "Desde cuando no tienes relaciones sexuales?" más tos...

"uuuy, amiga... pues qué serán... unos 9 años... sí, más o menos 9 años"

El acceso de tos es indescriptible porque me atraganté con el conato de risa y un pedacito de alguna hierba fina que iba de pasada al estómago.

"no mames!!!!, 9 años???"

"sí, pero vieras qué tranquila!"

"no, pos supongo que sí... pero... 9 años..." para entonces mi voz es un escándalo, lo sé porque Darma sonríe casi indulgentemente, "bueno, supongo que es para cada gusto y estado de ánimo, a ti no creo que en la vida te vea de abstemia en ese sentido"

"pues no, la verdad no, de hecho sigo creyendo fielmente en que el bienestar mental y emocional de la mujer lo proporciona en la mayoría de los casos, su satisfacción sexual... benditos sean los hombres"

"todos son unos culeros" por fin habló Vadha...

"no todos..." me atrevo a decir en voz muy baja.

"Todos son lo mismo, trogloditas nefastos, lo único que les interesa es satisfacer sus necesidades corporales sin poner la menor atención a las necesidades emocionales y espirituales de quien está a su lado; se la pasan viendo series televisivas donde la violencia es la rúbrica, o el futbol, o tragando alcohol, cervezas, como si nos gustaran los panzones, además, cero consideraciones para una, no, yo no pienso volver a sentirme utilizada por ninguno de ellos, primero muerta que volver a clavarme en una relación con un hombre".

Asustada, pero queriendo llevar las cosas un poco más lejos sugiero: "con un hombre, pero con una mujer?"

"Esta guey, claro que no... Ni que fuera lesbiana!" Risitas incómodas de las 3.

Oportuna intervención de Darma a la conversación "A qué hora tenemos que irnos para alcanzar a llegar?"

"en quince minutos"

EN OFF: no sé por qué en mi cabecita empieza a sonar una canción de Madonna "time goes by so slowly... time goes by so slowly" y la imagen de Madonna bailando al más puro ritmo de Milton Gio, en leotardo y mallas como las que utilizaba mi mamá cuando hacía gimnasia... yo era muy niña entonces, pero recuerdo que me hacía mucha gracia ver al montón de señoras siguiendo a un señor de no malos bigotes, en licra negra, diciéndoles "vamos hermosas, pónganse más bonitas"... "time goes by so slowly".

Entonces la plática giró en torno a su trabajo, son maestras de inglés para extranjeros en un colegio de monjas que está por Chapalita, ni siquiera pregunté el nombre. Hablamos de la miseria de los sueldos que prevalece en Guadalajara, de la carencia de los subsidios en las instituciones pequeñas, del clima y el ojalá hoy no llueva... cuando al final nos llevaron la cuenta, como buenas feministas, dividimos la cuenta en partes iguales, intercambiamos números telefónicos y nos despedimos, no sin que me aconsejaran previamente: "neta, amiga, si quieres ir con uno de nuestros psicólogos, o al centro tibetano, échanos un grito, vas a ver que te va a encantar"

Salimos del restaurante, nos despedimos en la puerta con los besitos de rigor y me vine pensando que soy una ñoña, que no sé nada del dolor y el sufrimiento --salvo el que se come en píldoras televisivas--, que soy una fresa porque nunca he pensado en suicidarme, en mandar al diablo de una vez por todas a los malditos hombres, porque nunca he tomado antidepresivos fuertes, o barbitúricos, y entonces empiezo a comprender, no sin cierto rasgo nostálgico que la Valeriana puede no ser la respuesta a mis desvelos... Entre tanta desolación, todavía se vislumbra una lucecita que me dé chance de volver a encontrarlas hasta dentro de 10 años, por lo menos...