martes, octubre 10, 2006

Así o más fácil?


Jueves, creí, por primera vez, en lo posible de lo imposible. Mi Innombrable andaba por el pueblo y decidió que era un buen momento para hablar conmigo. Esperó todo el día, paciente, mezclándose con la gente... yo me escondía, me refugiaba entre las amigas, entre mis libros, en mis ideas. El lo dijo "contigo no puedo ser diplomático, no hay diplomacia entre nosotros", entonces, era demasiado el riesgo: o se daba un acto de reconciliación plena, con abrazo y lagrimita traicionera o se daba tremendo bateo con las consecuencias lógicas. Ya tenía a mi escudero, ya había un hombre que se había comprometido conmigo a librarme de la tentación o salvarme de la depresión, estaba todo listo. No habría más contacto que el visual y sin embargo...

21:30 p.m., dos entes conocidos entre ellos y desconocidos a la multitud entran en un salón grande, 10 mesas están dispuestas, al fondo mis amigas, acá, mucho más acá, Mi Innombrable ha pedido que deje un lugar a mi lado en la mesa que elija. Una mesa entre desconocidos, no sé nada de casi nadie, con excepción tal vez de Lolo, que ha venido interesado en alguien en particular, no sé, tal vez... Mi innombrable y yo nos hemos reencontrado, pudo haber sido entre música de violines y media luz de fondo, pero nada ha sido como tal: hemos hablado de cartas, de sentimientos, de intenciones. Hemos perdonado, reído y tomado (7 tequilas en una cena que no se fueron a mi cerebro, más bien a las venas...), Han habido confesiones de amores tan absurdos como reales, tan fantásticos como terrenales... He salido aturdida, he deseado saber más, pero sobre todo, he deseado cerrar ese círculo como hace mucho debió haberse cerrado.

Viernes: Soy una sombra. No me ve. No estoy. Y con mi tamaño no es fácil perderme de vista. Seguramente ha sido el beige el que me ha camuflageado entre la gente y por eso él no me ha visto en todo el día. Me ha evadido, me ha tildado a loca cuando me he acercado a preguntar o a sugerir una idea y ha salido casi corriendo, como si hubiera visto 10 mil fantasmas juntos atrás de mi, cuando he intentado terminar de cerrar el círculo. Ha terminado todo. Se irá a su altiplano sin querer saber ni decir más; él está bien con él mismo, ha purificado su conciencia... debe ser bueno y sin embargo...

Sábado: Ya entendí todo. Su rollo, sus atenciones, sus intenciones, todo. Ha venido con Ella, con la otra, con la que siempre ha sido, pero que ha dejado de estar un tiempo para estar conmigo, aunque nunca estuvo del todo. Confusión. Entonces ha venido para regresar totalmente bien a ella, para no sentir pasos en la azotea... entonces no, no puede estarme viendo, para qué presta atención a mis movimientos, sí soy claustrofóbica no puedo estar encerrada con tanta gente en un espacio tan reducido, obscuro, húmedo; sí, me encanta el campo, disfruto el paisaje agavero, mi paisaje, mi cerro de Tequila, soy una niña si regreso al campo, como cada sábado, como cada domingo. ¿Por qué no va con ella?, ¿por qué no marca su territorio?, ¿por qué tengo que estar soportando todo esto?, ¿cómo puedo seguir de pie?, ¿por qué la gente no puede ser coherente?, sencillo: tres órganos, cuando mucho cuatro para organizar en sintonía: cerebro, corazón, estómago, boca... ¿es tan difícil coordinarlos, es tan difícil ponerlos organizarlos para que piensen, sientan actúen y hablen lo mismo al mismo tiempo en sintonía?

He dormido mucho, más de 20 horas en dos días. Hace mucho no dormía tanto. Supongo que todo esto habrá de servir para algo en el futuro. De entrada ha servido para: darme cuenta de que el hombre en su infinito egoísmo puede manipular las situaciones como mejor le convenga y dar la impresión de bonhomía cuando realmente quiere librarse de algún peso en su conciencia. Segundo: no hay nada, absolutamente nada que justifique / alivie / esconda / matice a la patanería. Tercero: Hay ausencias que significan un verdadero triunfo.

Me declaro república independiente. Nación Libre y Soberana. Estado Autónomo. Estoy de pie, sin querer remover nada, sin querer buscar nada, sin querer saber nada. Que cada quien se rasque con sus uñas, si las tiene. Que cada quien se reconcilie con la vida si tiene conciencia de lo que es la vida. Yo no debo nada y nadie me debe. Creo que estoy en paz.

1 comentario:

Ernesto Rodsan dijo...

No Mostra, no estés en paz. No, Mostra, no duermas 20 horas en dos días. Voltéate de adentro hacia afuera en un fulgurante vómito que ilumine las perlas de las cabernas y hecho eso vuelve a vomitar fuego y después de vomita nuevemente ahora sangre y lágrimas y sudor.
Te aseguro que después de eso no habrá paz, ni habrá sueño, sólo habrá un cotidiano día en el que hay que ir a trabajar y batallar por las mismas cosas de siempre, pero habrás conocido los llanos agrestes de la vida