lunes, agosto 08, 2005

Sobrecama III


Lo suyo se basó en la fantasía: la fantasía del otro en la una, de la una sobre el otro, dos con uno y uno para todas. Metáforas matemáticas. El ludo en ecuación sin rostro.

Una noche, la luna les pegó con su güante de alcohol y ternura, de confesión y trago amargo.

Desvelándose el amor en donde no debió existir, te fue dejando, se fue yendo, se fueron quedando solos, absurdos, tacaños, vacíos, reales.

3 comentarios:

Ernesto Rodsan dijo...

La más pura y amarga realidad. Dice el gabo que al final lo que nos salvan son nuestros defectos. Creo que tiene muhca razón. Será defecto tener un encuentro como este? Digo, porque al final la vacuidad y el sinsentido es lo que queda no? No todos son abracitos y besitos poscoito. También hay aventones y soledades...
Muy chingón mostra.

Anónimo dijo...

Muy bueno. Estas en el momento polenta con pajaritos de tu creatividad. Sobrecamas proximo libro de cuentos. Si esto es como dice Yohualli la vacuidad, entonces la vacuidad es muy linda.

Lord Cheselin

Anónimo dijo...

Tu economía verbal intensifica la historia que agradezco leer. Por momentos recordé algunos fragmentos, y quizá el espíritu mismo, del poema "Los amrosos", de Sabines. Hay asociaciones inevitables por la aspereza del tema que tu relato aborda y borda con preción.