jueves, junio 19, 2008

Por esa vida que me diste...

Para A.G.O., por seguir presente aunque ninguno de los dos queramos.

¿Cuándo perdí la consciencia de ti?, ¿Cuándo te negué tres veces?, ¿Cuándo se tranquilizaron mis aguas?, ¿Cuándo dejé de pensarte, de sentirte, de olvidarte?

Hace cinco años, cuatro meses y 10 días comencé el arduo y lento trabajo por intentar dejarte atrás. No fue tarea fácil. Los primeros nueve meses te lloré en soledad compartida. Cuando compartía mi sangre y mis ilusiones con el pequeño ser que aún no conocía, pero que me exigía a seguir respirando con el único fin de conocernos algún día.

Al tiempo, las lágrimas y los reproches fueron quedando olvidados entre paños y compresas;
entre risas y lágrimas que reclamaban mi total atención, mi gentileza, los mimos, mis afectos.

Y hoy, en 20 de junio, con total estupor, con miedo y nostalgia y llanto contenido, me redescubro pensándote, sintiéndote cerca como una presencia antediluvial que no se ha terminado de ir. Hoy sé que no terminarás de irte. Me lo grita en mi cara tus ojos niños, tu nariz recta, lo necio que siempre has sido aún en las situaciones más simples, más sencillas.

Sé que seguirás cada uno de mis pasos. Sé que acompañarás mis movimientos torpes, uno a uno.

Yo no quería compartir, de verdad. Yo no quiero volver a recordarte. No quiero sentirte, no quiero verte, no quiero oírte...

Pero compartimos la sangre y la sangre está viva, y se ríe y a veces también llora, sobre todo cuando no logra dar a entender sus conceptos tan grandes y complicados, como sus ideas y sus sueños, como sus miedos y sus desvelos.

Esa vida que me diste, sin tú querer ni yo pedirla, me vuelve más fuerte cada día pero también me hace pequeña. Y soy amiga cuando jugamos a invertir los papeles y entonces me pide que coma, que salte o que me aprenda bien todos los números, que son 10 y por eso son tantos. Y soy guardiana cuando estamos lejos de casa y hay mil peligros que me imagino o me invento peligrosísimos acechando cada paso que da. Y soy tutora, cuando nos sentamos en la mesa redonda y discutimos si la colita del cinco va a la derecha porque si fuera a la izquierda parecería un tres malhecho. Y soy un ángel cuando me acuesto a su lado en las noches y me quedo calladita esperando escuchar su respiración dormida. Y soy implacable cuando hay que lavarse los dientes y las manos y tallarse las uñas para matar las bacterias acumuladas durante el día. Y soy nutrióloga, médico, guía espiritual, manual de carreño, enciclopedia, diccionario, kleenex, vertedero de lágrimas, criadora de sus sonrisas... Y todo, todo absolutamente hoy descubro que también te pertenece aunque no estés. Y eso, me asusta tanto como el miedo de no reconocerlo.

¿Cuándo pasaron cinco años?
¿Cuándo perdí la noción del tiempo?
¿Cuándo te desvaneciste?
¿Cuándo mi temor de ti se diluyó en las sombras?
¿Cuándo dejaste de ser tan sólo un nombre, una pequeña nostalgia, un rostro casi olvidado?

Pues bien, Señor-Amigo, con quien no comparto mis ideas políticas ni mis sueños convertidos en letras, con quien discutí hasta la médula para que mi razón fuera más fuerte que tus deseos. Aquí estoy, vulnerable, sensible, asustada. Recordando. Recordándonos. Con las lágrimas al borde de mis ojos. Comprobando, una vez más, que gracias a ti conocí el sentido de la vida. Que fue tuyo y de nadie más el regalo más grande que la vida pudo ofrecerme.

Y tengo susto, mucho susto.

Help me, dear Teacher

Dear Proffessor:

I am sorry if I disturb your peace of heart and soul again.

I am Linda, the most fervorous student you may ever have, do you remember me?

I know I had being naughty, but it was only to delight your instincts, to make you laugh and feel the sparkling light of your laugh in my ears.

I know I had being immature, but you know this youth make me do stupid things.

I know I had being irritating, but is just because I need a little atemption.

I know, most of the times, I had being extremly sweet, but that is just because I love you and I cant help it.

I know I had being like a fly, bugging around you, trying to call for your atemption; but its because I really miss you.

I would be lying if I say that I am sorry about all that. I am not. And this is not an apologize letter, all by the contrary. This should be a demanding paper.

I just have one complain to make to you, dear Professor:

You never tough me how could I live with out you.

That's why I sit every day in that bench in front of you, cause I am waiting for a last lesson. I need to know my last notes. And the more important thing:

I need instructions to know how I will going to do to breath without you.

With my eternal love and devotion,

Linda.

martes, junio 10, 2008

La Catedral del Mar, de Ildefonso Falcones



Por fin terminé de leer la novela de "La Catedral del Mar", del catalán Ildefonso Falcones. Si bien muchos años de mi vida los he dedicado a clasificar y catalogar libros, esta novela todavía no logro situarla entre una de las novelas históricas más maravillosas que he leído o bien, en la más fascinante historia novelada que he me han hecho llegar.




La novela se desarrolla en los 55 años que tardó en construirse la nueva parroquia de Santa María del Mar, en la ciudad de Barcelona, de 1329 a 1384. Esta iglesia fue construida con el esfuerzo de los pescadores y la gente que habitaba el barrio del Born, en Barcelona; en contraposición a la construcción de la Catedral, en esa misma época que representaba a la realeza, los señores feudales y gobernantes de Cataluña y España. En estos cincuenta y cinco años, se cuenta, paralela e intrínsecamente la vida de Arnau Estanyol, hijo de un siervo fugitivo catalán que va a refugiarse en Barcelona para lograr la ciudadanía y obtener su libertad.




Así como el autor nos cuenta la historia de la parroquia y de Arnau, el libro nos presenta pinceladas de historia de la ciudad de Barcelona, todas documentadas en fuentes catalanes que Falcones describe y desarrolla de forma impresionante.




Un muy buen libro para los que nos gustan las novelas históricas, con la dósis precisa de drama, ternura, pasión e intriga.


Aquí les dejo algunas fotos de la iglesia que es realmente magnífica en toda la expresión de la palabra:

Bastaixos (detalle de la puerta de Santa María del Mar).

Bastaixos: los constructores de Santa María del Mar, cargaban piedras de la cantera de Montjuic hasta Santa María. Toda la piedra que se utilizó, fue regalada por los dueños de las canteras.

Interior de Santa María del Mar

Entré en esta iglesia en agosto del 98, mucho antes de que la novela saliera a la luz. En aquella ocasión me llevó mi amigo Josep Turiel, quien vive en mi corazón; y quien me dijo, una vez dentro, que le agradeciera a la virgen por haberme permitido llegar hasta ahí, que le dijera que era una viajera y que encaminara mis pasos para llegar con bien a mi regreso. Minutos más tarde, cuando inició la misa, el párroco hizo la misma oración. A la salida, Josep me dijo que desde el siglo XIV se repite casi la misma oración, todos los días en todos los servicios de la parroquia.

Acceso a Santa María del Mar.

Realmente no es muy impresionante por fuera, sobre todo si la comparamos con las clásicas iglesias catalanas, como La Sagrada Familia o la Catedral... y de hecho creo que esta iglesia nunca ha tenido tantos visitantes como los ha recibido a partir de la publicación del libro de Falcones en el 2006. Me siento orgullosa de haber estado ahí antes de que fuera famosa.

3 noches soñando

Sueño Núm. 1. En el Funeral:

Vengo cargando un féretro de madera sobre mis hombros, pero no sé quien es el muerto. No es un féretro lujoso, más bien tosco, la madera es clara, sin vetas. Detrás de mí, mi hija y mis padres. Nadie está llorando. Cuando llegamos a la capilla de velación, mis padrinos de primera comunión están hincados en los reclinatorios. (A mis padrinos hace 15 años que no los veo). Les pido que me den chance de dejar el féretro para saludarlos. Ella sonríe y se enternece al ver a mi hija y me felicita por ella. Él, más bien parco, me saluda un tanto frío pero atento y casi no se dirige a nadie. Despues voy a saludar a la gente que conozco pero a quienes no veo.

Sueño Núm. 2. La gotera:

Despierto en una cama que no conozco, bajo una gotera que cae perfecta en la mitad de mi frente. No me muevo ni hago nada para esquivar las gotas que segundo a segundo caen en mi cara. No estoy asombrada.

Sueño Núm. 3. Los alemanes:

Estoy esperando a mis amigos alemanes fuera de un hotel. Por fin lo veo salir y camino a su encuentro con los brazos abiertos, esperando un abrazo. Él me sonríe pero no me abraza. Espera a alguien más. Ella, mi amiga, sale tras de él, me abraza y me besa. Los tres tomamos un taxi. Ella habla todo el camino y yo voy concentrada en el contacto de la pierna de él contra la mía. Cuando llegamos a casa, ella y él discuten en alemán. Ella sube las escaleras corriendo y se encierra en una recámara. Él me invita a su cama para estar juntos. Ya en la cama, yo busco el extremo opuesto a donde él está para que no me toque, para que no me sienta, para no sufrir un rechazo. Él estira sus brazos para alcanzarme pero yo sigo en esa esquina de la cama sin moverme. Lloro.