martes, diciembre 13, 2005

Stand-by

Diciembre, si bien a uno le da gusto que llegue, a mí en lo particular me provoca cierto vértigo; es el único mes del año en el que tengo una fecha límite, a dead-line time para entregar todo lo entregable, todo lo escribible, todo lo que no se hizo durante 12 meses.

Este fin de año, si bien no llegó la lana que esperaba, llegó una impresionante lista de informes a presentar el próximo jueves, por lo que en vía de mientras, los invito a que me relean o lean algunos de los blogs amigos (lito, rencoria, yohualli, lord cheselin), o me esperen pacientemente sentados con un cafecito-chocolate-champurrado-atolito-tequilita-whiskito-sidra-cogñaquito, un buen suéter porque está haciendo mucho frío y la mente abierta.

No se preocupen lectores amigos, si en un arrebato de nostalgia por lo que no he escrito, quisieran alcanzar mi cuello con sus manos e intentan estrangularme, es comprensible, y si en algún momento los imagino en tales circunstancias, procuraré no poner demasiada resistencia, dejarles hacer, para que al menos les quede la sensación de que una vez muerta, no hay por qué esperar que escriba nada más, nunca más.

Tal vez la solución, para evitar tales desvaríos es que busquen compañía este diciembre, para que no estén tan al pendiente de lo que pueda decir o no en este espacio en el espacio creado por el gusto de intentar perpetrarme a través de la transgresión de sus ideas, fantasías, sueños, deseos, pensamientos y sentidos.

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