miércoles, enero 10, 2007

Mi música II


A Joaquín Sabina lo conocí una bonita tarde de verano detrás del mostrador de la tiendita de autoservicio del papá del que fuera mi novio en aquel momento. Estábamos pasando la tarde sin mucho qué hacer, ya me había ayudado con mi tarea de matemáticas, y me dedicó Mentiras Piadosas, donde me decía que el universo era más ancho que mis caderas... de hecho debo reconocer que en aquel momento me pudo molestar bastante aquel españolito de mierda, me encabroné con Carlos y salí de la tienda con la absoluta certeza que nuestra relación acababa de terminar y no volvería a pisar la tienda de los Olmos por el resto de mi vida. Crazo error en ambas premisas. Mi relación con Carlos se mantuvo por otros dos años y seguí visitando mi mostrador lleno de dulces cada tarde que mi papá salía de la casa para irse a la oficina. Algunas tardes después, Carlos intentó pervertirme y entre risas y besos me cantaba al oído "anda deja que te desabroche un botón, que se come con piel la manzana prohibida...", pero la neta, en aquel entonces, yo de amores qué sabía... tenía novio para tomar coca-cola gratis y fumar también de gorra, sin temor a ser descubierta por mis padres en la casa. Casi nulos fueron sus intentos por pasar más allá del beso de despedida bajo la bugambilia que está en la entrada de mi casa y así, aburrido y cansado de mis negaciones, una noche de invierno se despidió de mi y se fué a vivir a Chiapas, donde se casaría y tendría como 4 hijitos algunos años después.

Carlos se fué, pero dejó el incipiente placer de escuchar historias simples, divertidas, tortuosas o tristes, compuestas y entonadas por el Flaco Sabina. Años, pero muchos años después, entré en la Facultad de Letras y me di cuenta de que por primera vez compartía mi afición Sabinada con más de un incauto, así las cosas se daban más sencillas, con los chavos y con mis amigos. Llegamos incluso a elaborar un kit de primeros auxilios para truenes o enojos graves con los galanes, el cual consistía en:

1. Llamada a altas horas de la noche, con la grabadora a un lado del teléfono reproduciendo aquella vieja pero inolvidable canción que decía algo como: puedo ponerme cursi y decir que tus labios me saben igual a los labios que beso en mis sueños... puedo ponerme digno y decir cuando te hartes de amores baratos de un rato me llamas, o si quieres, también puedo ser tu trapecio y tu red, tu adiós y tu ven, tu manta y tu frío... tu pecado, tu lunes tu hastío...

2. Regalar el "Otro Recuento de Poemas" de Jaime Sabines, personalizado, con los poemas precisos marcados por un separador para que el ingrído se de cuenta, así, de la manera más poética, de que la regamos, nos dolió y venimos arrepentidos a pedir perdón vía la poesía... que siempre he creído que es el mejor medio para lograr casi cualquier cosa.

Fue en la cafetería de doña Emma (quien ya no está en el CUCSH) donde escuché por vez primera la rola que me hizo llorar por Adán y por Eva, y que también se la debemos al gran Sabina. Eva Tomando el Sol. Gran rola, gran historia, lástima que Eva quedara sola en un supermercado vendiendo las manzanas del pecado original y que Adán se quedara cantando en la calle Preciados... es para morirse de llanto o de risa... vino, poco después de aquel bochornoso incidente, el concierto de Joaquín Sabina "desconectado", en las canchas de futbol del ITESO. Me acompañó mi adorado Flaco Aquino (Joaquín-Aquino, parece un juego en donde sólo falta la J), nos fuimos al ITESO, una noche de 22 de abril de 1997. Las noches de abril siempre son chidas, no llueve y para enmarcar totalmente el ambiente, el cielo nos regaló una magnífica luna llena. En mitad del concierto se apaga todo el escenario y se escuchan los acordes en los teclados de una canción si bien conocida, ajena a Sabina... luego la voz, inconfundible, perfecta: "Quien dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón, tanta sangre que se llevó el río: yo vengo a ofrecer mi corazón..." Fito y Sabina juntos en el escenario, al año siguiente surgiría "Enemigos Íntimos", pero aquella noche fue sólo una aproximación a lo que sería escucharlos juntos y me enamoré más aún de Sabina y empecé a sentir cierto grado de simpatía por Paez. Los dos cerraron el concierto, y debo reconocer que, musicalmente hablando, aquella noche Fito salvó el concierto.

Tengo todos los discos de Joaquín Sabina, menos el último, desde la Mandrágora hasta Dímelo en la Calle, y siempre me bajo en Atocha y pienso que puedo ponerme a hablar de Madrid por el Boulevard de los Sueños Rotos, para llegar a sentarme a la Sombra de Un León, antes de querer mudarme de la Calle Melancolía... pero siempre que lo intento caigo en el callejón de los Conductores Suicidas que irremediablemente me conduce a un Hotel Dulce Hotel con Dos Camas Vacías, que tiene un bar allá abajo al que le llaman El Templo del Morbo, donde alguien me preguntó qué pasa Si Amanece Por Fin, pero siempre subo una vez más, a mi cuarto encerrado en donde tendré que vivir los próximos 19 Días y 500 Noches.

Por las historias, las risas, los llantos y una que otra histeria, tenía que hablar de Joaquín en un post aparte.

3 comentarios:

Ernesto Rodsan dijo...

Pos ira, la mera verdad eso de sabina y no sé cuántas cosas más, pos la mera verdad me he resistido a escucharlo. Todo mundo me lo recoienda, todos dicen que uta, excelente (que silvio, que pablo, que joaquín, que no sé cuantos más que dicen que las letras y la reflexión)... Pos no, me resisto, saco a flote mi amargura y la disfraso de rebeldía y vuelvo a insistir que no escucharé a sabina (jeje) porque a mi me gusta el rock y no sopor.. no sopor... no soporto el rap. Mi rebeldía consiste en que a pesar de que tengo la edad suficiente para entrar en la categoría de adulto contemporáneo, nunca dejaré de ser joven porque amo al rock
He dicho.

Unknown dijo...

Pa ser sinceros yo tampoco siento mucha afición por Sabina, pero cuando leí (cito textual): "luego la voz, inconfundible, perfecta: 'Quien dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón, tanta sangre que se llevó el río: yo vengo a ofrecer mi corazón...'"
se me erizó la piel... bolas don Cuco!!! me emocioné, me.. me.. me... aaaaaaaaaaaaaaaah!!!! Ves, ya nomás puedo Cantinflear, por lo pronto apoyo al Mostro y al Jaco ¡¡¡¡¡Que viva el Rooooooooooooooooooooock!!!!

Unknown dijo...

jijo Mi geo pos le llueve a Sabina porque a mi tampoco me gusta, me recuerda a mi voz cuando estoy en el trono, será que tengo como referencia la una y las dos y las tres, y las zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz. QUe gueva mano. El Rock es medicina que se toma día con día.
Comercial: www.losjayanes.blogspot.com
insulte al mundo impunemente.