Me gusta la música, me gusta hablar de música... pero debo reconocer que no soy tan experta como el jaco
, mi adorado mostro
, el chiva
, y otros tantos amigos que realmente conocen y se apasionan escribiendo de música, espero que esto que escribiré a continuación no sea una ofensa a su sapiencia... y si lo es, ya lo dijo la gran Susanita (la de Mafalda): "La cosa no es herir susceptibilidades, sino matarlas".
La neta yo soy menos clavada, o quizá mis gustos sean más bien ñoños... mi educación musical se remite, siempre, al jazz. Los sábados de mi niñez, al menos las mañanas fueron siempre frente al stereo para escuchar lo último en acid jazz, classic y R&B. Aunque a veces la casa se inundaba con las guitarras de Al di Meola y Paco de Lucía, otras tantas me hipnotizaban los ritmos brasileiros de Ellis Regina y Caetano Meloso, o los ritmos mediterráneos de Joan Manuel Serrat o el desgarre natural de Jannis Joplin que me hacía volar... otras tardes fantásticas fueron acompañadas con la música y los performances fantásticos de Les Luthiers, muchas más fueron de música clásica, entre mis favoritos siempre se han distinguido Wagner, Chopin y Tchaikowsky... de hecho muy raras veces se escuchó en mi casa música más bien popular... aunque mi padre a veces desvariaba un poco y ponía a Tomita Cosmos, Genesis, Paul Simon & Garfunkel, Billy Joel, Earl Klugh, George Benson, etc.
La primera ocasión que pude cantar algo "entendible" para mis 7 años fue una rola de el divo de Linares, el gran Raphael, al menos en interpretación y la rola decía algo así como "qué pasará?, qué misterios habrá? puede ser mi gran noche..." en versión original, no como ahora que hay covers hasta de las rolas más nuevas de Miguel Bosé... ese disco de Raphael (así con ph), se lo regaló mi apá a mi amá para un aniversario de bodas, y cada año el tocadiscos de mi padre descansaba su experiencia musicocultural con cantantes de la talla de: Rocío Durcal (Talla petite), Rocío Jurado (antes de usar la 38-C), Raphael (antes del trasplante de hígado), José José (antes de que su voz fuera utilizada para el doblaje de Darth Vader en StarWars 3 de la primera trilogía)Manoela Torres y Camilo Sesto (antes de que ambos desaparecieran en el triángulo de las bermudas). Gustos maternos por quien debo agradecer mi entrada casi camaleónica a prácticamente todas las esferas sociales-familiares en las que sigo inmersa.
Luego vino el enamoramiento: Bruce Springsteen con su Born in the USA y su Dancing in the Dark, llenaron mis oídos de tarde en tarde y la portada de su LP con trasero enfundado en jeans viejos, fueron motivo de mis primeras fantasías sexuales. Crecí entre la cultura pop: Dios salve a la reina "Madonna", Cindy Lauper y su Girls just wanna have fun, Michael Jackson con su Billy Jean y Thriller, Culture Club con su Karma Camaleon, WHAM y su wake me up before you go, A-HA y su Shout!, The Alan Parson Project y su Eye in the Sky, The Police y su Roxanne, Message in a Bottle y Every Breath you Take, me alucinaron, tanto que sigo todavía a Sting con su Fragilidad, Fields of Gold y el English Man in New York... Tarde, muy tarde, casi a los 12 años llegaron hasta mis oídos las notas de ABBA, los B-Gees, Donna Summer, Stevie Wonder y otros destroyers del buen gusto musical, pero que también agradecí en su momento. A los 10 años discutía con mis primos Alex y Agus, sobre Judas Priest, Aerosmyth, Kiss, The Rolling Stones, y otros tantos grupos "no aptos para niñas ñoñas" (categoría en las que estaban la mayoría de mis primas, salvo la Magda, claro) quienes se deleitaban con Parchis, Timbiriche, y otros grupitos que iban saliendo de las filas de Julissa y Luis de Llano Macedo.
Un apartado especial, en esta remembranza musical, debe darse a MECANO, con ellos conocí el pop español y me hice casi una adicta después de escuchar una de las peores rolas que he escuchado en mi vida: Hawaii Bombai, poco después escucharía el Barco a Venus, Maquillaje, Me colé en la fiesta y tantas otras que canté tanto que todavía me acuerdo de sus letras. Por supuesto, el climax para mi cortaedad musical fue cuando apareció en Sonido 103 la rola "Me cuesta tanto olvidarte", señores, a los 13 años, cuando una se enamora y se desenamora de todo lo que tenga finta de hombre, cuando me enamoré de mi primer imposible: el profe de educación vocacional que era ni más ni menos un estudiante del seminario de guadalajara, uta, esa rola llegaba porque llegaba, verdá de Dios que sí... Cruz de Navajas fue mi entrada al encono monjas-alumnas de la secundaria, Mecano era la encarnación del mismísimo demonio y estaba terminantemente prohibido escuchar esa música del infierno dentro y fuera del colegio Sendero. Mis padres, con más apertura y cultura, me compraron el disco y fueron largas tardes y noches de escuchar a Mecano hasta su Descanso Dominical, para entonces ya tenía 15 años y como los caminos de la vida no eran lo que yo pensaba, no eran lo que imaginaba, me exiliaron de manera involuntaria al Puerto de Vallarta...
Allá, en Puerto Vallarta, mi cultura musical dio un giro terrible, en 1988 el Puerto se caracterizaba más bien por ser un gran pueblo de mar. Había una sola tienda "decente" para comprar música: Video Ranita, las novedades les llegaban cada seis meses y había dos estaciones de radio, en una tocaban música de banda y en la otra cumbias. Grandioso. Así conocí el famosísimo "cucu", "sergio el bailador", "la culebra", "el sirenito", "mi matamoros querido", "la coloreteada", "el sauce y la palma" y tantas otras rolas que si bien no me gustaban, había que oirlas o caer en baches de silencio no comprendido entre los compañeros de la prepa regional de la UdeG. No fue sino hasta que me invitaron a la primera fiesta de la prepa en el otrora famosísimo club de leones vallartense, cuando conocí a MC Hammer y su famosísimo can't touch this, o a Milli Vanilli, Kaló y otros raperos menos importantes que me relajaron un poco de mi adiestramiento en cultura popular 1.
Para 1992 estaba de regreso en Guanatos, con una sed impresionante por volver a escuchar música fresca. Entré a la Preparatoria de Jalisco, la famosísima y terriblísima "Prepa 1", ahí conocí a la Maldita Vecindad y su ska sabrosón, Morrisey, Alanis Morissette, Lenny Kravitz, Depeche Mode, Cramberries, Radio Head, R.E.M, The Cure, Roxete,y tantos otros que me pusieron a volar por muchos años. Entre mis recuerdos musicales favoritos fue el haber escuchado el disco Kiss de la cura, en un trayecto vacacional guadalajara-vallarta, a bordo de un golf rojo de Zarina Paniagua, íbamos tan rápido y la música era tan chida, que creo que fue la primera vez que el absurdo pensamiento de "si nos damos en la madre, no importa", pasó por mi mente. Fui realmente feliz. Fue también en esa época que conocí las letras del Flaco Joaquín Sabina, sus letras me conmovían a tal manera que la primera vez que escuché su rola "Eva tomando el sol" al terminar estaba chillando por Eva y por Adán... pero Joaquín, como todos los que siguieron, vendrán en otro post.