Descripción del personaje 1: Salvador, hombre de... no sé cuántos años; apasionado por la historia, las letras y el arte. Escritor tapatío desde que tengo uso de razón. Ex-alumno del Fray Pedro, donde compartimos cafetería, banca y pasillos. Ente que se me aparece donde menos lo espero (en alguna ocasión me lo encontré desayunando en el Mercado Municipal de la ciudad de Guanajuato), en el súper, en la FIL, en la calle, en la BibMat. Y siempre nos hemos saludado con muchísimo gusto y siempre tenemos algo qué comentar.
Descripción del personaje 2: Alejandro. Amigo del primer personaje. Lo conocí por Salvador cuando estábamos en el Coro del templo de San Rapidito (cuando era chiquito y nadie lo pelaba, el templo; no Alejandro, eh?). La amistad entre Alejandro y Salvador sólo era comparable con la amistad, lealtad, compañerismo y complicidad que puede haber entre los grandes: Batman y Robin, El Gordo y el Flaco, Benitin y Eneas, Don Gato y Benito Bodoque, Shaggy y Scooby Doo, Pinky y Cerebro... y tantas otras nobles parejas que han enaltecido la amistad.
Entonces todo era armonía. Los amigos se respetaban, no rayaban el cuaderno del otro y admiraban el trabajo del otro. En este periodo, cuando todo iba bien, nadie podría haber imaginado que las cosas se pondrían feas... no, no feas... realmente horribles. Resultó que a Salvador, el escritor, se le ocurrió una buena mañana enviarle el primer capítulo de una novela que empezaba a escribir a su buen amigo Alejandro, para que éste lo leyera, se lo comentara, le sugiriera... Alejandro cumplió su función de amigo y leyó aquel capítulo y los 10 que siguieron hasta conformar lo que años más tarde se convertiría en la novela "La Perla del Obispo en Indias".
Tercer personaje: La Geo. Mujer. Cibernauta y bibliófila. Aprendiz de bruja. Amiga de Salvador por encuentros y remembranzas de cuando Providencia era lo que no volverá a ser.
En agosto de este año, andaba dándome una vuelta por mis blogs amigos, cuando se me ocurrió entrar al "blog amigo" de lacuñadademimejoramiga. Sí, ya sé que parezco trabalenguas. Tenía una entrada que llamó mi atención de inmediato "La Perla del Obispo". De inmediato pensé en Salvador, quien meses antes había estado en la BibMat para regalarme un ejemplar de su novela "La perla del Obispo en Indias". En la primera línea del post, me quedé helada. "Mi amigo Alejandro Ramos me envió un ejemplar de su novela "La Perla del Obispo"". WHAT??? De momento no me acordé de Pinky... perdón de Alejandro... pero cuando fui leyendo el contenido del post y me di cuenta de que la información era exactamente la misma que se puede leer en la contraportada de la novela de Salvador, no me cupo la menor duda. Lo habían plagiado. Entonces, recordé quién era Alejandro Ramos y me dediqué a buscar a Salvador para comentarle la situación y que se pusiera manos a la obra. Pero las cosas a veces no son como una las planea y no fue sino hasta noviembre que Salvador y yo nos volvimos a ver.
Y nos encontramos entre libros, donde deben encontrarse los buenos amigos, en mitad de la Feria Internacional del Libro. Él me encontró a mí. Y aunque teníamos varios meses sin vernos, no me sorprendió en lo absoluto. Con Salvador vivo un efecto cortazariano en Guadalajara, similar al que describe en el París de su Rayuela. No necesitamos citas para encontrarnos. Después de saludarnos, lo asesté diciéndole "yo tengo un pendiente contigo". Chava pensó en ese momento en que lo abordaría por una indiscreción que cometió meses antes sobre un destacado historiador amigo mío y conocido de él. Pero no. Realmente el pendiente era aquel post en el blog de lacuñadademimejoramiga, y entonces me explicó todo.
Cuando Salvador estaba escribiendo su novela, le enviaba a Alejandro los capítulos para que él los revisara y se los comentara, incluso para que sugiriera sobre ellos. Creo que muchos de los que escribimos y tenemos a la mano amigos netos, lo hemos hecho en más de una ocasión. Iliana mimejoramiga, es mi lectora por excelencia, todo lo que escribo pasa por sus ojos y siempre agradezco cada comentario, cada línea, cada sugerencia sobre mi texto.
Un día Salvador recibe la nueva novela de Alejandro, La Perla del Obispo, en la puerta de su casa. En el shock de ver su obra, su bebé en sus manos bajo el nombre de otra persona (aunque sea su mejor amigo, es un golpe bajo durísimo), descubre que hay una dedicatoria para él. Sí, es muy confuso. Su amigo publica en Nueva Zelanda la obra que Salvador escribió y además se la dedica. Lindo, ¿no es cierto?
El Blog de lacuñadademimejoramiga, comenzó a llenarse con comentarios de los más diversos tonos. Desde los agresivos hasta los conciliadores. Unos abogando por Salvador, como fue mi caso y otros pidiéndole a Alejandro explicaciones... Salvador decidió ponerle punto final a la discusión, que había tomado tintes de amasiatos y mentadas de madre, y días después, Alejandro en el intento de defenderse, dice que es lo mismo reproducir discos (piratear) a lo que él hizo. No, muchacho, no... acuérdese, una cosa es copiar y otra es plagiar. Incluso para fotocopiar hay que seguir ciertos lineamientos avalados por las leyes de Derechos de Autor.
Para fotocopiar una obra, ésta debe haber sido DIVULGADA, si no ha sido publicada y divulgada, entonces NO PUEDES FOTOCOPIAR. Pero insisto, la fotocopia sigue respetando la autoría del escritor. Y Alejandro no la respetó.
¿Y qué hiciste del amor que me juraste?
Si hacerle un comentario a una obra, una anotación o una sugerencia, nos convirtiera en autores... se imaginan la cantidad de bibliotecarios, correctores de estilo, amigos, que serían autores de las más diversas obras...
Si ese fuera el caso... Salvador, lamento decirte que yo también soy autora de tu novela, nomás que la mía se llamará "El obispado de la Perla". Ah, Ernesto, yo soy la autora de tu tesis sobre la rebelión en la Isla de Mezcala, así que también soy Maestra en Estudios sobre la Región y, Miguel Ángel, te acuerdas de aquella ponencia sobre Megacuencas en el Occidente de México?, guess what?, también soy autora!!!... ¿verdad que no es asi?
Alejandro, neta, recapacita, reconoce tus errores y rectifícalos... La soberbia nunca ha sido la mejor de las consejeras y más vale una colorada que mil descoloridas... De verdad, hay leyes internacionales que persiguen el plagio, hay suspensión de permisos laborales para extranjeros, no te imaginas el infiernito que se puede vivir por andar jugando a ser más listo que otros...
Cuando uno tiene una amistad entrañable, de años, de lealtad absoluta, casi siempre estás consciente de que tus amigos pueden equivocarse, fallarte por alguna indiscreción cometida, distanciarse por conocer nuevas amistades que por lo novedoso son más atractivas, en fin... un montón de pecadillos que cometemos los amigos entre nosotros mismos...
Y en la escala de valores, entre lo malo, lo feo y lo peor... qué calificación le darían a un plagiario?, qué calificación le darían a un plagiario mejor amigo del escritor?, qué calificación le darían a un plagiario mejor amigo del escritor que no reconoce que se equivocó por querer alzarse el cuello con su círculo de amistades?
PD.- Tal vez se pregunten qué pasó con el blog de lacuñadademimejoramiga, no?, pues bien, decidió salirse de la bronca y bloqueó comentarios... más bien los censuró. Y como está en su derecho, porque internet es un órgano democrático, pero hay banderas que deben seguir ondeando, yo me atrevo a subir este post y seguir apoyando la causa de mi amigo, que es mi causa por la hermandad entre escritores y podría ser causa de muchos otros.
Descripción del personaje 2: Alejandro. Amigo del primer personaje. Lo conocí por Salvador cuando estábamos en el Coro del templo de San Rapidito (cuando era chiquito y nadie lo pelaba, el templo; no Alejandro, eh?). La amistad entre Alejandro y Salvador sólo era comparable con la amistad, lealtad, compañerismo y complicidad que puede haber entre los grandes: Batman y Robin, El Gordo y el Flaco, Benitin y Eneas, Don Gato y Benito Bodoque, Shaggy y Scooby Doo, Pinky y Cerebro... y tantas otras nobles parejas que han enaltecido la amistad.
Entonces todo era armonía. Los amigos se respetaban, no rayaban el cuaderno del otro y admiraban el trabajo del otro. En este periodo, cuando todo iba bien, nadie podría haber imaginado que las cosas se pondrían feas... no, no feas... realmente horribles. Resultó que a Salvador, el escritor, se le ocurrió una buena mañana enviarle el primer capítulo de una novela que empezaba a escribir a su buen amigo Alejandro, para que éste lo leyera, se lo comentara, le sugiriera... Alejandro cumplió su función de amigo y leyó aquel capítulo y los 10 que siguieron hasta conformar lo que años más tarde se convertiría en la novela "La Perla del Obispo en Indias".
Tercer personaje: La Geo. Mujer. Cibernauta y bibliófila. Aprendiz de bruja. Amiga de Salvador por encuentros y remembranzas de cuando Providencia era lo que no volverá a ser.
En agosto de este año, andaba dándome una vuelta por mis blogs amigos, cuando se me ocurrió entrar al "blog amigo" de lacuñadademimejoramiga. Sí, ya sé que parezco trabalenguas. Tenía una entrada que llamó mi atención de inmediato "La Perla del Obispo". De inmediato pensé en Salvador, quien meses antes había estado en la BibMat para regalarme un ejemplar de su novela "La perla del Obispo en Indias". En la primera línea del post, me quedé helada. "Mi amigo Alejandro Ramos me envió un ejemplar de su novela "La Perla del Obispo"". WHAT??? De momento no me acordé de Pinky... perdón de Alejandro... pero cuando fui leyendo el contenido del post y me di cuenta de que la información era exactamente la misma que se puede leer en la contraportada de la novela de Salvador, no me cupo la menor duda. Lo habían plagiado. Entonces, recordé quién era Alejandro Ramos y me dediqué a buscar a Salvador para comentarle la situación y que se pusiera manos a la obra. Pero las cosas a veces no son como una las planea y no fue sino hasta noviembre que Salvador y yo nos volvimos a ver.
Y nos encontramos entre libros, donde deben encontrarse los buenos amigos, en mitad de la Feria Internacional del Libro. Él me encontró a mí. Y aunque teníamos varios meses sin vernos, no me sorprendió en lo absoluto. Con Salvador vivo un efecto cortazariano en Guadalajara, similar al que describe en el París de su Rayuela. No necesitamos citas para encontrarnos. Después de saludarnos, lo asesté diciéndole "yo tengo un pendiente contigo". Chava pensó en ese momento en que lo abordaría por una indiscreción que cometió meses antes sobre un destacado historiador amigo mío y conocido de él. Pero no. Realmente el pendiente era aquel post en el blog de lacuñadademimejoramiga, y entonces me explicó todo.
Cuando Salvador estaba escribiendo su novela, le enviaba a Alejandro los capítulos para que él los revisara y se los comentara, incluso para que sugiriera sobre ellos. Creo que muchos de los que escribimos y tenemos a la mano amigos netos, lo hemos hecho en más de una ocasión. Iliana mimejoramiga, es mi lectora por excelencia, todo lo que escribo pasa por sus ojos y siempre agradezco cada comentario, cada línea, cada sugerencia sobre mi texto.
Un día Salvador recibe la nueva novela de Alejandro, La Perla del Obispo, en la puerta de su casa. En el shock de ver su obra, su bebé en sus manos bajo el nombre de otra persona (aunque sea su mejor amigo, es un golpe bajo durísimo), descubre que hay una dedicatoria para él. Sí, es muy confuso. Su amigo publica en Nueva Zelanda la obra que Salvador escribió y además se la dedica. Lindo, ¿no es cierto?
El Blog de lacuñadademimejoramiga, comenzó a llenarse con comentarios de los más diversos tonos. Desde los agresivos hasta los conciliadores. Unos abogando por Salvador, como fue mi caso y otros pidiéndole a Alejandro explicaciones... Salvador decidió ponerle punto final a la discusión, que había tomado tintes de amasiatos y mentadas de madre, y días después, Alejandro en el intento de defenderse, dice que es lo mismo reproducir discos (piratear) a lo que él hizo. No, muchacho, no... acuérdese, una cosa es copiar y otra es plagiar. Incluso para fotocopiar hay que seguir ciertos lineamientos avalados por las leyes de Derechos de Autor.
Para fotocopiar una obra, ésta debe haber sido DIVULGADA, si no ha sido publicada y divulgada, entonces NO PUEDES FOTOCOPIAR. Pero insisto, la fotocopia sigue respetando la autoría del escritor. Y Alejandro no la respetó.
¿Y qué hiciste del amor que me juraste?
Si hacerle un comentario a una obra, una anotación o una sugerencia, nos convirtiera en autores... se imaginan la cantidad de bibliotecarios, correctores de estilo, amigos, que serían autores de las más diversas obras...
Si ese fuera el caso... Salvador, lamento decirte que yo también soy autora de tu novela, nomás que la mía se llamará "El obispado de la Perla". Ah, Ernesto, yo soy la autora de tu tesis sobre la rebelión en la Isla de Mezcala, así que también soy Maestra en Estudios sobre la Región y, Miguel Ángel, te acuerdas de aquella ponencia sobre Megacuencas en el Occidente de México?, guess what?, también soy autora!!!... ¿verdad que no es asi?
Alejandro, neta, recapacita, reconoce tus errores y rectifícalos... La soberbia nunca ha sido la mejor de las consejeras y más vale una colorada que mil descoloridas... De verdad, hay leyes internacionales que persiguen el plagio, hay suspensión de permisos laborales para extranjeros, no te imaginas el infiernito que se puede vivir por andar jugando a ser más listo que otros...
Cuando uno tiene una amistad entrañable, de años, de lealtad absoluta, casi siempre estás consciente de que tus amigos pueden equivocarse, fallarte por alguna indiscreción cometida, distanciarse por conocer nuevas amistades que por lo novedoso son más atractivas, en fin... un montón de pecadillos que cometemos los amigos entre nosotros mismos...
Y en la escala de valores, entre lo malo, lo feo y lo peor... qué calificación le darían a un plagiario?, qué calificación le darían a un plagiario mejor amigo del escritor?, qué calificación le darían a un plagiario mejor amigo del escritor que no reconoce que se equivocó por querer alzarse el cuello con su círculo de amistades?
PD.- Tal vez se pregunten qué pasó con el blog de lacuñadademimejoramiga, no?, pues bien, decidió salirse de la bronca y bloqueó comentarios... más bien los censuró. Y como está en su derecho, porque internet es un órgano democrático, pero hay banderas que deben seguir ondeando, yo me atrevo a subir este post y seguir apoyando la causa de mi amigo, que es mi causa por la hermandad entre escritores y podría ser causa de muchos otros.